No he conocido a nadie que no haya sido desplazado al menos dos o tres veces porque hay actividad militar. Casi todos han perdido su hogar. En el sur, mucha gente vive en tiendas de campaña, y con la llegada del invierno, la lluvia y el viento las arrastran e inundan. La mayoría de los niños no tiene zapatos, relata el jefe de comunicaciones de la agencia alimentaria de la ONU, que se encuentra en la Franja de Gaza, donde ha visto escenas horribles que dan fe del sufrimiento inimaginable de los gazatíes.