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Haití se encuentra entre los países afectados por el huracán Melissa, que dejó devastación en el Caribe a finales de octubre y principios de noviembre de 2025.

Las viviendas y la infraestructura han sido arrasadas a lo largo de la costa sur, la zona más impactada. En total, casi 6 millones de personas en Haití, Jamaica y Cuba se han visto afectadas.

El Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) había asistido a 12.700 personas con distribuciones de alimentos de emergencia en las grandes regiones del sur a principios de noviembre y estaba ampliando su respuesta para llegar a 190.000 personas.

Antes del desastre, Haití ya se encontraba entre los cinco principales focos de hambre a nivel mundial.

La capital, Puerto Príncipe, está cada vez más aislada y las familias se ven empujadas hacia la hambruna, mientras la violencia relacionada con grupos armados se intensifica y limita el acceso humanitario. Los informes indican que los grupos armados controlan casi el 90 % de la capital.

Un total de 5,7 millones de personas – más de la mitad de la población – padecen inseguridad alimentaria, con 1,9 millones en niveles de hambre de emergencia.

La violencia desatada por grupos armados ha contribuido al desplazamiento de 1,4 millones de personas, muchas de ellas viviendo en escuelas y edificios públicos sin ingresos ni educación. Más de la mitad de los desplazados son niños, lo que contribuye a altas tasas de desnutrición infantil.

El colapso económico y la interrupción de la producción de alimentos agravan la crisis.

WFP ha asistido a un récord de 2,2 millones de haitianos en 2025, a pesar del deterioro de la seguridad y los crecientes desafíos de financiamiento, logrando salvar a miles de personas del borde de la hambruna.

Haití es la crisis más subfinanciada del mundo. La falta de fondos amenaza tanto la asistencia de emergencia como los proyectos que promueven la seguridad alimentaria a largo plazo.

WFP se ha visto obligado a suspender comidas que salvan vidas para familias recién desplazadas y reducir las raciones a la mitad, mientras la escasez de fondos afecta a las familias vulnerables. Sin embargo, en áreas controladas por grupos armados, WFP ha podido lanzar proyectos de resiliencia para restaurar sistemas de riego y aumentar la producción local de alimentos.

Al mismo tiempo, las organizaciones humanitarias siguen enfrentando desafíos para acceder a comunidades que viven en zonas controladas por grupos armados.

WFP requiere con urgencia US$44 millones para operaciones hasta abril de 2026.

La respuesta del Programa Mundial de Alimentos a la emergencia en Haití

Huracán Melissa

Se entregaron pagos anticipatorios por un valor de US$900.000 a 50.000 personas para proteger sus medios de vida antes del huracán. Asimismo, 2,5 millones de personas recibieron mensajes de texto con orientación práctica sobre cómo prepararse y mantenerse a salvo durante la tormenta. Las familias que salen de refugios temporales para regresar a sus hogares han recibido una ración de alimentos para dos semanas, seguida de un mes de asistencia en efectivo para ayudarles a comprar artículos esenciales donde los mercados siguen funcionando y apoyar una recuperación más sólida. WFP ha asistido a 12.700 personas con distribuciones de alimentos de emergencia en las grandes regiones del sur y está ampliando su respuesta para llegar a 190.000 personas.

Cómo puedes ayudar

Las necesidades humanitarias están aumentando considerablemente en Haití. Dona hoy y ayuda a que los alimentos que salvan vidas lleguen a las familias que más lo necesitan.
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