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El sur de África se enfrenta a una sequía sin precedentes provocada por El Niño, un fenómeno climático recurrente conocido por su capacidad para exacerbar patrones meteorológicos secos o tormentosos.  

Los prolongados periodos de sequía en momentos críticos de la temporada de siembra 2023/2024 provocaron pérdidas generalizadas de cosechas y ganado, en una región donde el 70% de la población depende de la agricultura. Aunque el actual ciclo de El Niño ha llegado a su fin, las consecuencias se dejarán sentir durante los próximos meses, y es probable que la crisis del hambre se agrave y persista hasta la próxima temporada de cosechas (abril/mayo de 2025).

Cinco países de la región ya han declarado catástrofes nacionales por sequía: Lesoto, Malawi, Namibia, Zambia y Zimbabue. Mozambique y Angola también están gravemente afectados.

Se prevé que la crisis provoque un importante déficit alimentario regional, que requerirá la importación de unos 3 millones de toneladas de maíz. También es probable que agrave aún más las ya elevadas tasas de malnutrición crónica y carencias de vitaminas y minerales, un factor asociado a dietas de mala calidad y a problemas de salud pública.  

El Programa Mundial de Alimentos (WFP) está coordinando su respuesta con la Comunidad de Desarrollo de África Austral, los gobiernos nacionales y una amplia gama de socios, para llegar a las comunidades más afectadas con los limitados recursos disponibles y ayudar a evitar la pérdida de vidas y medios de subsistencia.

WFP necesita $369 millones para proveer asistencia alimentaria y en efectivo para proporcionar ayuda alimentaria y en efectivo a más de 6,5 millones de personas en toda la región, hasta marzo de 2025. 

La respuesta del Programa Mundial de Alimentos a la emergencia de la sequía en el sur de África

Asistencia alimentaria y en efectivo

WFP y sus socios están proporcionando alimentos y transferencias basadas en efectivo, dirigidas a distritos que tienen escasez de maíz y altos precios de los alimentos.