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Después de Melissa: resiliencia y esperanza en la costa de Santiago de Cuba

El huracán Melissa destruyó el hogar y la cosecha de Orquídeo en la provincia de Santiago de Cuba, pero la asistencia alimentaria del Programa Mundial de Alimentos y del gobierno cubano le da esperanza para reconstruir su vida.
, Tayra Pinzon

“Aquí estaba la sala, allá el cuarto”, dice Orquídeo Santiesteban frente a un amasijo de escombros y lodo. El huracán Melissa arrasó con su casa y la de muchas otras familias de la  comunidad costera de El Francés, en Santiago de Cuba, hace tres semanas. Antes de que la tormenta tocara tierra en el este de Cuba, Orquídeo, su esposa y su bebé de apenas 11 meses fueron evacuados a casa de unos vecinos.  

Restos de la casa de Orquideo Santiesteban y familia tras el paso del huracán Melissa. Foto: WFP/Tayra Pinzón
Restos de la casa de Orquídeo Santiesteban y familia tras el paso del huracán Melissa. Foto: WFP/Tayra Pinzón

Orquídeo también perdió su cosecha de café. “Hay que empezar a cultivar de cero”, explica, determinado a salir adelante. Su esposa comparte esa confianza: “Él nunca ha dejado que nos falte sustento”. En pie, entre los restos del que fue su hogar, discuten cómo reconstruirlo. Han recibido un colchón y pronto tendrán un techo nuevo. “Lo importante es que estamos vivos”, afirma Orquídeo.

Nurelis y el pequeño Noriel forman parte del programa nacional para personas vulnerables, lo que les permite recibir de manera continua raciones de alimentos básicos como arroz, chícharos y aceite, gracias al apoyo del Gobierno cubano y del Programa Mundial de Alimentos (WFP). Esa ayuda ha sido vital para mantener la alimentación de la familia en medio de la emergencia.

Cuba no es ajena a los huracanes – las autoridades cubanas y el Programa Mundial de Alimentos ayudaron a la población a prepararse para la llegada de Melissa. Antes del huracán, se transportaron y almacenaron alimentos en las provincias más vulnerables.  Cientos de miles de personas fueron protegidas en centros estatales, donde se distribuyeron raciones como parte de las acciones anticipatorias. Tras del impacto, hay mucho que hacer en el oriente: reconstruir edificios, limpiar carreteras de árboles caídos, volver a sembrar… El Programa Mundial de Alimentos continúa apoyando a las comunidades afectadas con asistencia alimentaria para que vuelvan a ponerse en pie.

Orquideo y familia miran al futuro con esperanza y afrontan el trabajo de recuperación con determinación. Foto: WFP/Tayra Pinzón
Orquídeo y familia miran al futuro con esperanza y afrontan el trabajo de recuperación con determinación. Foto: WFP/Tayra Pinzón

Este esfuerzo coordinado antes, durante y después del huracán Melissa busca garantizar la seguridad alimentaria y dar esperanza a familias como la de Orquídeo, que, pese a las pérdidas, miran al futuro con optimismo. “Entre vecinos y familia saldremos adelante”, asegura.

Respuesta humanitaria

El Gobierno cubano informó que el impacto del intenso huracán Melissa dejó 79.000 viviendas afectadas, entre ellas casi 5.000 derrumbes totales. La magnitud del desastre confirma la importancia de la preparación y la respuesta rápida para proteger vidas y medios de subsistencia. Para Orquídeo y su familia, la solidaridad y el apoyo alimentario marcan la diferencia en estos momentos tan difíciles. Esto les ayuda a afrontar el trabajo de recuperación que tienen por delante.  

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