Emergencia
Sudán del Sur
- 7.7 millones
- de personas enfrentan inseguridad alimentaria
- 2
- condados en el estado del Alto Nilo en riesgo de hambruna
- US$396 millones
- necesita WFP para seguir operando hasta diciembre de 2025
Las personas en los condados de Nasir y Ulang, en Sudán del Sur, están en riesgo de hambruna en los próximos meses, debido a la escalada del conflicto en el estado del Alto Nilo, que está destruyendo viviendas, interrumpiendo medios de vida y dificultando la entrega de ayuda humanitaria.
Un total de 32,000 personas se encuentran en condiciones de hambre catastrófica (Fase 5 del IPC) en el estado del Alto Nilo, más del triple de lo proyectado anteriormente.
En general, la inseguridad alimentaria se acerca a niveles récord, con 7.7 millones de personas (el 57 por ciento de la población) proyectadas en Crisis o peores niveles de hambre (Fase 3 o superior del IPC) durante la temporada de escasez que comenzó en abril. Un total de 2.3 millones de niños corren riesgo de desnutrición.
Más de un millón de personas han huido a Sudán del Sur desde el inicio del conflicto en Sudán, solo para encontrar más hambre al llegar, ya que el fuerte deterioro económico, el clima extremo y el conflicto están teniendo un impacto devastador.
Los múltiples impactos han hecho imposible que muchos pequeños agricultores produzcan suficientes alimentos. Además, debido a la fuerte dependencia de las importaciones, muchas personas en todo Sudán del Sur no pueden costear productos alimentarios básicos y deben depender de la asistencia humanitaria.
El Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) brinda a las personas que huyen de Sudán galletas fortificadas o comidas calientes, una ración única de alimentos o efectivo, y asistencia nutricional para niños y madres en las zonas fronterizas. Posteriormente, estas personas se integran a la asistencia regular del WFP en sus comunidades de origen o en campamentos de refugiados.
Si bien gran parte de las actividades de WFP se centran en salvar vidas, también trabajamos con comunidades afectadas por conflictos y el cambio climático para implementar soluciones a largo plazo que reduzcan el hambre.
La financiación tanto para la respuesta humanitaria como para las iniciativas de resiliencia no está logrando mantenerse al ritmo de las crecientes necesidades. Esto significa que el WFP solo puede proporcionar raciones reducidas y debe priorizar la asistencia vital para quienes están más cerca de la hambruna. El acceso humanitario en las zonas afectadas por el conflicto sigue siendo gravemente limitado, dejando a las comunidades vulnerables sin apoyo vital durante la temporada de escasez.
WFP necesita 396 millones de dólares estadounidenses para sus operaciones hasta diciembre de 2025.
La respuesta del Programa Mundial de Alimentos a la emergencia en Sudán del Sur
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Asistencia alimentaria
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El Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) trabaja para garantizar que las personas vulnerables afectadas por conflictos, desplazamientos, fenómenos climáticos extremos (inundaciones y sequías) y crisis económicas puedan satisfacer sus necesidades alimentarias y nutricionales. Esto incluye distribuciones de alimentos condicionales o incondicionales y, cuando es posible, transferencias de efectivo.
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Resiliencia climática
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WFP ha apoyado la rehabilitación de infraestructuras, como diques y carreteras, en áreas afectadas por inundaciones masivas. También hemos apoyado a las familias a cultivar alimentos resistentes a las inundaciones, como el arroz, y a aumentar la producción de cereales vitales.
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Transferencias de efectivo
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En Sudán del Sur, WFP está aumentando el uso de las transferencias de efectivo a través de sus programas y actividades, sorteando los desafíos que presenta la fragilidad del contexto político, además de temas relacionados con la seguridad, así como a la inflación. La asistencia en efectivo permite a los beneficiarios elegir qué comprar, e incrementa el costo-eficiencia, reduciendo la necesidad de transportar y pre posicionar alimentos. En 2021, WFP transfirió más de US$ 57 millones en efectivo.
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Comidas escolares
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Las comidas escolares contribuyen a un entorno de aprendizaje saludable y productivo para los niños, lo que se traduce en un aumento de las tasas de matriculación y asistencia. WFP tiene previsto asistir a más de 377,000 niños a través del programa de alimentación escolar en 2025, con el objetivo de promover la asistencia regular a clases.
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Nutrición
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Como parte de su respuesta de emergencia, WFP proporciona alimentos especializados y nutritivos, así como asesoría nutricional, a mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, y a niños, incluidos refugiados y personas afectadas por conflictos y desplazamientos. El programa de nutrición adopta un enfoque dual: tratar la desnutrición en mujeres embarazadas o lactantes y en niños menores de 5 años, y prevenirla en niños menores de 2 años y sus madres. En colaboración con UNICEF y otros socios, el WFP garantiza que la asistencia nutricional que salva vidas llegue a las zonas más remotas y afectadas por crisis del país.