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Un número récord cercano a 35 millones de nigerianos enfrenta inseguridad alimentaria, impulsada por el conflicto, los impactos climáticos, el desplazamiento y el colapso sistémico de los sistemas alimentarios locales.

Los ataques insurgentes en aumento están alimentando una crisis de hambre sin precedentes, provocando desplazamientos masivos, el colapso de los medios de vida y creando un terreno fértil para el reclutamiento por parte de grupos armados.

El noreste —en particular los estados de Borno, Adamawa y Yobe— sigue siendo el epicentro de la crisis, con casi 6 millones de personas que enfrentarán inseguridad alimentaria severa en 2026. Esto incluye 15.000 personas en el estado de Borno que se espera enfrenten hambre catastrófica y condiciones similares a la hambruna.

Los niños corren el mayor riesgo en Borno, Sokoto, Yobe y Zamfara, donde las tasas de desnutrición son más altas.

Todo esto ocurre justo cuando la línea de vida que representa la asistencia alimentaria corre el riesgo de desaparecer por completo debido a la falta de financiamiento.

Un total de 150 clínicas de nutrición apoyadas por WFP en los estados de Borno y Yobe —hogar de algunos de los niveles más altos de hambre y desnutrición— han cerrado, dejando a 300.000 niños en riesgo de emaciación (bajo peso para la talla). En las áreas donde cerraron las clínicas, los niveles de desnutrición se deterioraron de “serios” a “críticos” en el tercer trimestre de 2025.

A pesar de las crecientes necesidades, WFP se quedará sin recursos para asistencia alimentaria y nutricional de emergencia en diciembre de 2025. Sin financiamiento urgente, millones quedarán sin apoyo vital, lo que aumentará la inestabilidad y profundizará aún más una grave crisis de hambre.

WFP necesita US$80,4 millones para operaciones hasta marzo de 2026.

La respuesta del Programa Mundial de Alimentos a la emergencia en Nigeria

Asistencia alimentaria

WFP ha logrado mantener a raya el hambre durante la primera mitad de 2025, especialmente en las zonas afectadas por conflictos en el norte, llegando a más de 1,3 millones de personas con ayuda alimentaria y nutricional vital. La suspensión de la ayuda alimentaria podría desestabilizar aún más la región, ya que la población se enfrenta a decisiones imposibles: soportar el hambre, huir de sus hogares o arriesgarse a ser explotados por grupos extremistas.

Cómo puedes ayudar

Ayuda a salvar vidas en las emergencias. Ahora mismo, familias hambrientas en países como Nigeria, Níger, Camerún y Chad dependen de nosotros para su alimentación. Pero los recursos del WFP se están volviendo escasos. Sé un donante hoy.
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