Ecuador

Al ser un país de renta media-alta, Ecuador está experimentando una reducción de financiamiento por parte de los países donantes. Tanto el Programa Mundial de Alimentos como sus socios enfrentan múltiples desafíos para asegurar los fondos del sistema de protección social del país, lo cual es crucial dadas las dificultades socioeconómicas provocadas por la migración y los impactos persistentes de la pandemia.

En 2022, Ecuador enfrentó desafíos económicos, políticos y sociales complejos, agravados por la deteriorada seguridad y los efectos de la crisis climática. Si bien las tasas de pobreza disminuyeron del 28 % en 2021 al 25 % en 2022, y el país experimentó un crecimiento del PIB del 3 % interanual en el tercer trimestre de 2022, la inflación, las repercusiones de la crisis de Ucrania y la agitación social han llevado a un aumento de la inseguridad alimentaria tanto entre los nacionales como entre los migrantes.

La vulnerabilidad frente a desastres, la erosión del suelo, la degradación medioambiental y el cambio climático amenazan la sostenibilidad de los sistemas alimentarios. Por estos motivos, reforzar la preparación y los sistemas de respuesta, al igual que mejorar la resiliencia de las comunidades y los individuos frente a sucesos adversos es un área que cada vez gana mayor interés para el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) y el Gobierno.

Las evaluaciones remotas de WFP han revelado un aumento de la inseguridad alimentaria en Ecuador. Además, el país tiene la segunda tasa más alta de desnutrición crónica infantil en América Latina y el Caribe, alcanzando el 27 % a nivel nacional y el 30 % en áreas rurales entre niños menores de 2 años.

Hasta diciembre de 2022, el Grupo de Trabajo sobre Refugiados y Migrantes estimó que había más de 502.000 migrantes venezolanos en Ecuador. Las limitadas oportunidades económicas para los migrantes, debido a su estatus irregular, contribuyen a que existan niveles elevados de inseguridad alimentaria. Aunque el 66 % de los migrantes en Ecuador estaban empleados hasta mayo de 2022, solo el 21 % tenía empleo formal.

Ecuador está altamente expuesto a amenazas como inundaciones, deslizamientos de tierra, sequías, terremotos y actividad volcánica. La frecuencia de eventos climáticos extremos ha aumentado en la última década, lo que resulta en una mayor pérdida de vidas, daños materiales e inseguridad alimentaria y nutricional. 

En este contexto, WFP enfoca sus intervenciones en cuatro áreas clave: garantizar el acceso a los alimentos, poner fin a la malnutrición, promover sistemas alimentarios sostenibles y proporcionar bienes y servicios. Con estas prioridades, buscamos enfrentar los desafíos de la inseguridad alimentaria, de la crisis climática y la preparación y respuesta ante emergencias en las 21 provincias donde operamos. Lo hacemos con el invaluable apoyo de nuestros socios y donantes.