WFP apoya a los supervivientes del terremoto en Afganistán
Historia | 8 Octubre 2023
Emergencia
Una crisis humanitaria de proporciones apabullantes se ha tornado aún más compleja y grave desde que los talibanes tomaron el control. La pérdida de empleos, la falta de dinero en efectivo y los precios altísimos están creando una nueva clase de hambrientos en Afganistán. 12,4 millones de afganos no consumen alimentos suficientes. El país está al borde del colapso económico, con la moneda local en su punto más bajo y los precios de los alimentos al alza.
La desnutrición aguda está por encima de los umbrales de emergencia en 25 de las 34 provincias, y se espera que empeore, con casi la mitad de los niños menores de 5 años y una cuarta parte de las mujeres embarazadas y lactantes que necesitan apoyo nutricional vital en los próximos 12 meses. A medida que se acerca el invierno, llevar alimentos al país y colocarlos en lugares estratégicos es ahora la tarea más urgente para el WFP. Una vez que caiga la nieve, las carreteras quedarán cortadas y las comunidades aisladas. En esta temporada de carestía, la asistencia alimentaria del WFP será el único sustento para muchas familias afganas.
Los desafíos de Afganistán se agravaron luego del terremoto de magnitud 6,3 que sacudió la provincia de Herat el sábado 7 de octubre, reduciendo a escombros pueblos enteros y matando a más de 2.400 personas. A las 24 horas del terremoto, WFP había distribuido 1,5 toneladas métricas de galletas fortificadas a más de 700 familias cuyas casas quedaron destruidas.
La comunidad internacional debe dar un paso al frente para evitar una catástrofe humanitaria. WFP necesita con urgencia US$ 617 millones entre enero y junio de 2024 para llegar a 12.4 millones de las personas más vulnerables de Afganistán.