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El Programa Mundial de Alimentos (WFP) tenía como objetivo proporcionar asistencia alimentaria y nutricional a 171,5 millones de personas en 2023. Sin embargo, hasta 309 millones de personas se enfrentarán a niveles agudos de inseguridad alimentaria en 2024, mientras que hasta 783 millones de personas (una de cada diez de la población mundial) todavía se acuesta con hambre todas las noches.

Los sistemas nacionales de protección social llegan a miles de millones de personas en todo el mundo. Invertir en fortalecer esos sistemas puede ayudar a millones de personas hambrientas y desnutridas, así como a aquellas en riesgo de sufrir crisis a quienes no llegamos directamente.

Ayudar a los gobiernos a ampliar y mejorar la protección social es un camino clave hacia un mundo sin hambre. WFP está trabajando con gobiernos y socios para garantizar que, para 2030, las personas tengan un acceso sustancialmente mayor a los sistemas nacionales de protección social. Estos sistemas pueden salvaguardar y fomentar la capacidad de las personas para satisfacer sus necesidades de seguridad alimentaria, nutrición y otras necesidades esenciales, y para gestionar los riesgos y crisis que enfrentan.

Apoyamos a los gobiernos en el diseño e implementación de programas de protección social inclusivos, considerando las necesidades y capacidades de las personas, y sus vulnerabilidades y desigualdades.

WFP tiene una larga trayectoria apoyando el diseño y la prestación de protección social dirigida a nivel nacional, brindando asesoramiento técnico e implementando programas en nombre de los gobiernos. Además, los propios programas de WFP suelen ser complementarios de los objetivos nacionales de protección social. WFP ofrece experiencia en todos los elementos del diseño y ejecución de políticas y programas.