Sistemas alimentarios
- Hasta 783 millones
- de personas tienen hambre
- 1.026 millones
- de personas podrían alimentarse con los alimentos que se pierden y desperdician cada año
¿Qué son los sistemas alimentarios?
Los sistemas alimentarios son las redes necesarias para producir y transformar los alimentos y garantizar que lleguen a los consumidores.
Mejorar el rendimiento y la resiliencia de los sistemas alimentarios mundiales, y su capacidad para atender a todos los que dependen de ellos, será fundamental para alcanzar el objetivo del hambre cero.
¿Por qué no funcionan los sistemas alimentarios?
Una combinación tóxica de factores hace que los sistemas alimentarios no satisfagan las necesidades de amplios sectores de la sociedad, como lo demuestra el hecho de que hasta 783 millones de personas padecen hambre crónica en todo el mundo.
Los conflictos obligan a las personas a abandonar sus tierras y destruyen la agricultura y la infraestructura, lo que perjudica la producción y la distribución de alimentos, perturba gravemente los mercados y hace subir los precios. Al mismo tiempo, la gestión insostenible de los recursos naturales reduce la capacidad mundial para producir alimentos y exacerba el impacto de las crisis climáticas. Hasta el 40 % de las tierras del mundo están degradadas, lo que tiene un grave impacto en la producción de alimentos.
Las grandes perturbaciones en los mercados mundiales han puesto de relieve las vulnerabilidades y las desigualdades en los últimos años. Los países de bajos ingresos destinan más de un tercio de sus ingresos por exportaciones de mercancías a la importación de alimentos, más de cinco veces la cantidad de las economías desarrolladas. Esto los hace extremadamente vulnerables cuando crisis como la COVID-19 y la guerra en Ucrania dañan el suministro de bienes, lo que afecta desproporcionadamente su seguridad alimentaria y revierte los avances en materia de desarrollo.
¿Qué otros factores están detrás del fracaso de los sistemas alimentarios?
La mayoría de las personas pobres y hambrientas están aisladas – geográfica, económica, social y políticamente – y es difícil llegar a ellas. Incluso cuando hay alimentos nutritivos disponibles, a menudo son demasiado caros. Cuando las cosechas fallan, o entre cosechas, las familias pobres carecen de los recursos para satisfacer sus necesidades alimentarias. Se ven obligadas a comer menos alimentos y menos nutritivos.
Incluso en una cosecha abundante, la capacidad inadecuada para almacenar, comercializar y transportar alimentos significa que los agricultores no pueden vender al mejor precio cuando la demanda es mayor, los alimentos se desperdician y se estropean, y la volatilidad del mercado se agudiza.
Estos problemas tienden a afectar más a las mujeres, en parte porque es posible que ya tengan una participación más limitada en los mercados de alimentos y que se las excluya de los procesos de toma de decisiones.
¿Cuál es el papel de WFP en la transformación de los sistemas alimentarios para ayudar a acabar con el hambre?
Nuestra experiencia en la compra y distribución de alimentos en más de 100 países significa que estamos bien posicionados para ayudar a superar los desafíos que enfrentan los sistemas alimentarios y hacerlos más sostenibles.
Nuestras alianzas, programas y capacidades se extienden a través de los sistemas alimentarios y son especialmente fuertes en la etapa en que los alimentos se transportan, almacenan, manipulan, procesan, venden al por mayor y al por menor.
Capacitamos a los pequeños agricultores en áreas que incluyen buenas prácticas agrícolas, gestión poscosecha y habilidades comerciales y de marketing. También los conectamos con proveedores de insumos, proveedores de servicios financieros y compradores de sus productos, incluidas mayores oportunidades de conexiones en áreas urbanas donde vive la mayoría de las personas en la actualidad.
Hacemos hincapié en compar alimentos localmente, desde la asistencia alimentaria general hasta nuestras comidas escolares. Esto aumenta la producción para los agricultores, impulsa la oferta y la demanda y contribuye a la agrobiodiversidad. Todo esto ayuda a regenerar los sistemas alimentarios locales. WFP es el mayor proveedor de efectivo en la comunidad humanitaria. Esto aumenta el poder adquisitivo de las personas y estimula aún más los mercados locales.
Entre otras actividades, la fortificación ayuda a las comunidades a acceder a alimentos nutritivos producidos localmente, mientras que la creación y rehabilitación de infraestructura a cambio de alimentos o asistencia en efectivo puede incluir instalaciones de producción, almacenamiento y transporte. Además, trabajamos con los gobiernos para fortalecer las reservas públicas de alimentos.