Los pueblos originarios protegen el medio ambiente como parte de su cosmovisión. No contribuyen al cambio climático, pero sufren como todos las consecuencias.
Dos años de lluvias excesivas y escasas han puesto contra las cuerdas a los agricultores, pero tendrán una manera de mitigar la pérdida de sus cultivos.
El agua es el núcleo del desarrollo humano y del desarrollo socio económico de los pueblos y fundamental para la preservación del planeta y las futuras generaciones.
Con todos los problemas que Bolivia enfrenta por el cambio climático, son personas como Pedro quienes contribuyen con alternativas locales, creativas y tecnológicas.
El cambio climático es responsable de inundaciones, sequías y tormentas más frecuentes e intensas, los cuales representan hasta 90% de todos los desastres cada año.
Cientos de familias en el norte costero reciben apoyo para mejorar su alimentación y generar ingresos a través de biohuertos que crecen en medio del desierto