Mientras las tormentas azotan la República Dominicana, su gente está mejor preparada
A sus 69 años, Olga Lima ha sido testigo de sequías, inundaciones y huracanes en su país natal, República Dominicana. Mientras prepara el almuerzo una mañana reciente, recuerda los desastres del año pasado que dejaron a su comunidad tambaleándose.
Primero, una tormenta azotó su pueblo de Castañuelas, a 20 km de la costa norte del país. Luego llegó el huracán Fiona, que arrasó la nación insular en septiembre de 2022, causando dos muertes y más de 12.000 personas desplazadas.
"Las calles se convirtieron en un río. El agua tardó más de 15 días en salir de la ciudad", cuenta Olga, una viuda que vive con dos nietos adultos. "Los animales murieron ahogados. Me entristeció".
Este año, los dominicanos, como Olga, están mejor preparados para enfrentar la actual temporada de huracanes del Atlántico, que va de junio a noviembre, gracias a un programa respaldado por el Programa Mundial de Alimentos (WFP) que enfatiza la anticipación y la planificación.
Conocida como acción anticipatoria, la iniciativa utiliza las previsiones meteorológicas para poner en marcha iniciativas que refuercen la resiliencia de la población, como la distribución de dinero en efectivo a quienes puedan verse afectados, antes de que se produzca un fenómeno meteorológico extremo.
"Es muy importante trabajar con diferentes instituciones a nivel nacional, pero también con las personas que trabajan sobre el terreno, para dar una respuesta conjunta a estas crisis climáticas", afirma Gabriela Alvarado, directora de WFP en el país.
Hoy en día, WFP y sus socios están apoyando el desarrollo de planes de respuesta temprana para más de media docena de países latinoamericanos y caribeños de la región, como Colombia, Perú y Haití. En algunos de ellos, trabajamos para integrar estos planes en los sistemas nacionales de protección social y para reforzar la preparación y la protección de las personas en situación de riesgo mediante seguros contra catástrofes y financiación basada en previsiones.
Como resultado, las autoridades estaban mejor preparadas el año pasado cuando el huracán Fiona se acercaba a las costas dominicanas. WFP había colaborado con la oficina meteorológica nacional para fortalecer su red de monitoreo del clima. Nuevas estaciones meteorológicas contribuyeron a acelerar la recopilación y procesamiento de datos, aspectos clave para pronósticos oportunos y precisos.
Nuevas iniciativas en marcha
Además, las autoridades enviaron textos de alerta temprana a 1.300 familias que vivían en la trayectoria prevista de la tormenta, junto con recomendaciones sobre cómo protegerse y proteger sus bienes. Y WFP envió transferencias bancarias por valor de 150 dólares a más de 400 familias, incluida la de Olga, para que compraran alimentos y otros productos básicos antes de que Fiona tocara tierra.
Olga utilizó el dinero para comprar suministros de emergencia e incluso ir al médico. "Pagué una deuda que tenía con una tienda", añade, "y compré algunos alimentos y medicinas con lo que quedaba".
En la actualidad, WFP y las autoridades dominicanas encargadas de la protección social se proponen poner a prueba acciones más preventivas en otras comunidades del noroeste del país, por ejemplo, estableciendo redes de seguridad que distribuyan vales canjeables por alimentos, artículos para el hogar y herramientas, como parte de la respuesta nacional de emergencia.
"Estamos modelando este tipo de acciones para demostrar sus efectos positivos e incorporarlas a la estrategia de protección social del país", afirma Gloria Reyes, que gestiona el programa de protección social del Gobierno.
De vuelta en Castañuelas, Olga es consciente de que otro fenómeno meteorológico extremo puede repetirse en cualquier momento. Pero confía en estar preparada.
"Antes me quedaba en casa porque no quería perder mis pertenencias y mi comida, aunque fuera peligroso", dice Olga. "Pero hoy puedo salir de casa e ir a un refugio de emergencia con más tranquilidad, y mi familia tendrá comida para comer".
El programa de Acción Anticipatoria de WFP en la República Dominicana está financiado por Alemania (GFFO) y la Unión Europea (ECHO).