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Nicaragua: Manejo del agua y de la energía solar mejora la producción de alimentos

Un proyecto en el Corredor Seco busca que pequeños productores y productoras mejoren sus medios de vida para así hacerse resilientes al impacto de las repetidas crisis climática y los vaivenes de la economía
, Sabrina Quezada
Adalí Cruz y su esposa Zeidy Zeledón frente al dispositivo que acciona la bomba de agua que opera con electricidad. Foto: WFP/Sabrina Quezada
Los esposos Adalí Cruz y Zeidy Zeledón frente al dispositivo que acciona la bomba de agua que funciona con electricidad. Foto: WFP/Sabrina Quezada

Cultivar hortalizas en la comunidad de Sacaclí, ubicada en el Corredor Seco de Nicaragua, es toda una hazaña. Aquí la crisis climática multiplica el impacto de las pocas lluvias, el inclemente sol y el calor abrazador que terminan por destruir los cultivos.  

Ante este panorama, el Gobierno de Canadá y el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) colaboran con 4.000 pequeños productores y productoras, agrupados en 20 cooperativas agrícolas, del Corredor Seco para fomentar la reforestación y la protección de fuentes de agua y suelo, así como la creación de reservorios para su captación, almacenamiento y distribución.

El objetivo de este proyecto, que también promueve la participación y el empoderamiento de las mujeres, es que tanto productores como productoras mejoren sus medios de vida para mitigar los efectos de la crisis climática y las crisis económicas. 

Dentro de ese proyecto se realizó una iniciativa piloto que integró nuevas técnicas para manejar el agua con el uso de energías limpias para mejorar los cultivos de una forma sostenible que proteja el medio ambiente. 

Fue con ese fin que Zeidy Zeledón y su esposo, Adalí Cruz, se hicieron pioneros de esa iniciativa que muestra cómo el empleo de energía limpia y el uso racional del agua mejoran las cosechas. 

La Cooperativa Sacaclí otorgó a la pareja un crédito y apoyo técnico para instalar y manejar dos equipos innovadores: un panel solar que hace funcionar una bomba eléctrica para extraer agua de un pozo (que se almacena en un tanque y luego llega por gravedad a la plantación), y un sistema de riego por goteo.

Atrás quedó el uso del combustible fósil

“Antes regábamos con un motor de gasolina. Ahora todo funciona con energía solar, que es una energía limpia. También tenemos riego por goteo, que resulta más beneficioso para el medio ambiente”, dice Zeidy mientras enciende la bomba. 

Como dejaron de usar su antiguo motor, la pareja ahorra dinero. “Calculamos que están ahorrando unos 78 dólares durante todo el período del cultivo”, comenta el asesor técnico de la cooperativa, Denis Olivas Orozco. 

"Antes regábamos con un motor de gasolina. Ahora todo funciona con energía solar, que es una energía limpia"

Gracias al sistema de riego por goteo, Zeidy y Adalí irrigan 5.000 matas de chiltomas (chile dulce o pimentón) que crecen bajo una gran tienda de malla que las aísla del medio ambiente. Eso reduce su exposición a plagas, enfermedades (disminuyendo el uso de pesticidas en un 50 %) y crea un microclima que aumenta la producción de alimentos inocuos.

El riego por goteo dirige el agua directamente a las raíces de las plantas, evitando su desperdicio, evaporación y disminuyendo la proliferación de maleza. Se estima que este sistema logra entre el 95 y 100 % de eficiencia del uso del agua.

Ganancias estimadas

Se calcula que Zeidy y Adalí producirán 125.000 libras de chiltomas o sea 75.000 libras más de los que hubieran producido al aire libre. Se prevé que después de cubrir los costos de producción (unos US$ 8.000), su ganancia rondaría los US$5.000. De ese dinero, Zeidy y Adalí abonarán el 50 % al crédito que les concedió la cooperativa. 

Dentro de cuatro meses sembrarán un nuevo cultivo de hortalizas, pero con menores costos de producción ya que disponen de la tecnología. Con las próximas ganancias podrán honrar lo que queda de deuda. 

Miembros de la delegación canadiense conversan con Zeidy Zeledón y Adalí Cruz.
Valerie Potvin (izq.) y Moreno Padilla, en representación del Gobierno de Canadá, visitan el proyecto en la comunidad de Sacaclí. Foto: WFP/Sabrina Quezada
La acción climática: un compromiso con el medio ambiente

Durante una visita a los cultivos de Zeidy y Adalí, el Especialista en Medio Ambiente del Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá, Moreno Padilla, expresó que su país tiene un compromiso amplio con el medio ambiente, la reducción de la pobreza y la equidad de género. 

“Canadá trabaja por la protección de la naturaleza y la biodiversidad con la meta de lograr una vida mejor para las generaciones presentes y futuras, tratando de proteger los recursos naturales y confrontando las amenazas, como el cambio climático”, expresó Padilla, quien visitó Sacaclí y otras comunidades junto a Valerie Potvin, Primera Secretaria de Desarrollo de la Oficina de la Embajada de Canadá en Nicaragua. 

Por su parte, Zeidy comenta que, debido a los resultados del proyecto piloto con energías limpias, sus vecinas están interesadas en replicarlo. “Yo me siento orgullosa y contenta. Muchos me preguntan cómo está funcionando este proyecto y yo les digo que nos va bien. Hay otras productoras en mi comunidad que también quieren seguir este ejemplo”, señala Zeidy. 

 

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