En Venezuela, las familias en las que hay una persona con discapacidad tienen que tomar decisiones difíciles cada día: medicinas o comida, educación o comida. El programa de comidas escolares de WFP intenta cambiar esta situación.
Cada vez son más los agricultores familiares impactados gracias al programa regional de innovación, liderado por el Programa Mundial de Alimentos en Colombia, que acelera soluciones disruptivas para lograr el Hambre Cero en América Latina y el Caribe.
Cerca de 800 personas del campo han mejorado su seguridad alimentaria y la de sus familias gracias al programa regional de innovación, liderado por WFP Colombia, que acelera soluciones disruptivas para lograr el Hambre Cero en América Latina y el Caribe.
Más de mil mujeres indígenas y campesinas han sido impactadas positivamente gracias al programa regional de innovación, liderado por WFP Colombia, que apoya soluciones novedosas para alcanzar el Hambre Cero en América Latina y el Caribe.
Erby opina que su labor administrativa es poco visible, pero tiene un gran impacto ya que contribuye a salvar y cambiar vidas en el Caribe norte nicaragüense
“Este es el precio que la gente inocente paga por la guerra”: la Directora Ejecutiva del WFP, Cindy McCain, insta a la comunidad internacional a dar un paso al frente para ayudar a los “heridos y desnutridos”
Cocineras y maestras celebran la renovación de la cocina de su escuela y el hecho que las niñas y los niños puedan comer comidas calientes y saludables. Al igual que esta escuela, el Programa Mundial de Alimentos rehabilita las cocinas escolares en ocho estados del país.
Navegando el rio Orinoco en Delta Amacuro, tierra warao, con un programa de comidas escolares. El inicio de un viaje de mil preguntas para WFP en Venezuela.
En noviembre de 2020, los "huracanes gemelos" Eta e Iota azotaron con ferocidad a Nicaragua. Dos años más tarde, el huracán categoría 1 Julia causó estragos en la agricultura familiar.
Andreina Rincón es la jefa del almacén de Coro, en el estado Falcón, desde donde se distribuyen los alimentos para unas 43.000 personas, entre estudiantes y personal, en 321 escuelas de educación inicial y especial
Beinilet Salas utiliza los alimentos del Programa de Comidas Escolares del WFP para preparar platillos como el atol y el arroz con leche, este último el preferido de su hija de tres años.
En el norte costero árido del país, el manejo del agua subterránea fue clave para que María Mayanga consiguiera que su biohuerto produjera legumbres y verduras frescas