Comidas escolares: un gran incentivo para ir a la escuela
Greisy Hernández camina con dificultad por el avanzado estado de su embarazo. Tiene 31 años y espera a su tercer bebé. Con casi 40 semanas de embarazo, se encuentra disfrutando de su licencia por maternidad. Pero este día está en la escuela de Educación Especial “Hipólita Bolívar” del estado Falcón, donde labora como docente desde hace cinco años. Es día de distribución en esta institución, la acompaña su padre para ayudarle a llevar a casa la canasta de alimentos que entrega el Programa de Comidas Escolares de WFP en Venezuela.
Para Greisy y su famila, el apoyo que recibe de WFP ha sido una gran ayuda. “Estoy recibiendo la canasta desde que inició el programa en Falcón. Cuando llegan los granitos, son de bastante alimento para nosotras las embarazadas, las lentejas ayudan mucho a subir la hemoglobina y es de bastante ayuda para mí”, comenta.
Mientras se acerca a realizar su registro para recibir la canasta, Greisy asegura que para sus hijas de 7 y 12 años también es un gran aporte alimenticio, así como para otros miembros del personal de la escuela que tienen familias numerosas. Se muestra agradecida al recibir su canasta de alimentos porque la ayudará a mantenerse fuerte para el nacimiento de su bebé.
“Un incentivo adicional para asistir a la escuela”
La canasta de alimentos de WFP es un gran beneficio para el personal escolar, pero sobre todo está impactando positivamente a los alumnos con necesidades especiales de esta institución, como Roiner Carrero de 9 años, cuyo diagnóstico es trastorno del espectro autista Grado 2. Su madre Anny Castro señala que hace un gran esfuerzo para llevar a su hijo a la escuela porque lo tratan con cariño y además recibe el aporte de WFP que beneficia a Roiner y sus dos hermanitos.
Anny vive en Soledad, a unos 40 minutos en vehículo de la escuela donde estudia Roiner, muchas veces depende de la buena voluntad de otras personas que la trasladan junto a sus tres hijos para que puedan asistir a clases. Para ella es fundamental que su hijo asista para que pueda recibir atención especial.
“Gracias a que nos ha llegado esta ayuda, la alimentación de mi hijo ha mejorado”, expresa esta madre que se dedica al cuidado de sus tres niños. Aunque insiste en que tiene muchas dificultades para el traslado, no dejará de llevar a su hijo con necesidades especiales a la escuela porque ahora tiene un incentivo adicional para llevarlo: la comida escolar, que para ella representa la garantía de una buena alimentación para su familia.
El Programa de Comidas Escolares de WFP en Venezuela está atendiendo a más de 120,000 personas en cuatro estados: Falcón, Yaracuy, Trujillo y Barinas.
Actualmente se prepara la expansión a cuatro estados del oriente venezolano: Anzoátegui, Delta Amacuro, Monagas y Sucre; también se prepara la transición de entrega de canastas de alimentos para llevar a casa a platos calientes servidos en la escuela. La meta del programa es atender a 1.5 millones de personas al término del año escolar 2022-2023.