WFP ayuda a El Salvador a hacer frente a las tormentas que azotan Centroamérica
El Programa Mundial de Alimentos está trabajando con el Gobierno de El Salvador para responder a las devastadoras inundaciones que han causado la muerte de 12 personas en el país, después de que una intensa tormenta azotara Centroamérica durante el fin de semana.
En los próximos días, el WFP estará listo para complementar los esfuerzos del gobierno para proporcionar asistencia alimentaria a las personas que han abandonado sus hogares y encontrado refugio en albergues y a las comunidades afectadas por las lluvias y los deslizamientos de tierra.
Durante el fin de semana, lluvias torrenciales azotaron la costa del Pacífico, desde México hasta Panamá; en el departamento hondureño de Valle, fronterizo con El Salvador, 5.000 personas han sido evacuadas.
El miércoles 19 de junio, la depresión se convirtió en la tormenta tropical Alberto, la primera tormenta con nombre de la temporada de huracanes en el Atlántico, y se espera que toque tierra en la costa noreste de México.
Se esperan más lluvias sobre Centroamérica en los próximos días, y la temporada de huracanes se prevé especialmente movida: se pronostican hasta 25 tormentas con nombre para noviembre.
De estas tormentas, se espera que hasta 13 se conviertan en huracanes y que hasta siete sean huracanes de gran intensidad, de categoría 3 o superior, que amenacen vidas, medios de subsistencia, seguridad alimentaria, infraestructuras y cultivos.
Riaz Lodhi, Director del WFP en El Salvador, visitó un refugio instalado por las autoridades en San Marcos, un suburbio de la capital, San Salvador, con representantes del departamento de Protección Civil del Gobierno.
“Estamos evaluando las necesidades alimentarias de las personas que se han visto afectadas por estas inundaciones y responderemos adecuadamente en coordinación con la respuesta del Gobierno”, afirmó. “Es alentador ver que las instituciones gubernamentales han desarrollado su capacidad y han tomado las riendas para responder rápidamente a la emergencia: están proporcionando comidas calientes en los refugios mientras el WFP sigue de cerca las necesidades de las comunidades afectadas”.
Entre los afectados por la tormenta del pasado fin de semana en El Salvador se encontraba el matrimonio formado por Christian Hernández y Yessenia Alfaro, que tienen dos hijos. “De repente, oí un ruido extraño en el tejado y decidí salir. Me di cuenta de que la pared exterior empezaba a desmoronarse”, cuenta Hernández en el refugio de San Marcos. “Le dije a mi esposa que era mejor que nos fuéramos. Las cosas materiales se pueden reponer, pero nuestras vidas no”.
En los últimos años, WFP ha colaborado para aumentar la capacidad de preparación y respuesta del Gobierno ante situaciones de emergencia, centrándose en los sistemas de alerta temprana. WFP ha apoyado la instalación de cámaras para vigilar el caudal de los ríos, ha creado y reforzado los centros de gestión de crisis existentes y ha proporcionado equipos para vigilar las condiciones meteorológicas a fin de adoptar medidas preventivas en caso necesario.
Las recurrentes condiciones meteorológicas adversas suelen afectar a los cultivos, lo que plantea serios problemas a la seguridad alimentaria en El Salvador. Con los países del Pacífico y el Atlántico preparados para los desastres de la actual temporada de huracanes, los expertos del WFP afirman que hay un 80 % de posibilidades de que el fenómeno meteorológico natural de La Niña afecte a la producción de cereales básicos en los próximos seis meses.
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