El país es un modelo en lo concerniente a la construcción de resiliencia que promueve el Programa Mundial de Alimentos en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
Como parte de la agenda “para cambiar vidas”, WFP está combinando la asistencia humanitaria y la cooperación bilateral para el desarrollo con la inversión en actividades basadas en la resiliencia que contribuyan a la construcción de sistemas alimentarios sostenibles.
Garantizar corredores de suministro y una pausa en las hostilidades para permitir un acceso humanitario seguro son fundamentales para salvar vidas, ya que el conflicto no muestra señales de ceder
“Este es el precio que la gente inocente paga por la guerra”: la Directora Ejecutiva del WFP, Cindy McCain, insta a la comunidad internacional a dar un paso al frente para ayudar a los “heridos y desnutridos”
Una nueva panadería está brindando pan fresco, empleo e ingresos para las mujeres en una comunidad indígena como parte de un proyecto de resiliencia a la crisis climática
Las mujeres de una comunidad guatemalteca pasaban extenuantes horas de trabajo para conseguir agua, pero un aljibe comunitario ha mejorado su situación
Los pueblos originarios protegen el medio ambiente como parte de su cosmovisión. No contribuyen al cambio climático, pero sufren como todos las consecuencias.
Deicy Cuero explicaba así la situación desesperada que vivió con su marido José Ochoa al no tener ingresos para alimentar a sus cuatro hijos. Ahora sonríen aliviados.
El Programa Mundial de Alimentos necesita US$8 millones para brindar asistencia alimentaria urgente mientras el país se recupera de una de las peores tormentas desde 1998.
41.000 personas en 9 países* respondieron a una encuesta remota sobre cómo la COVID-19 ha afectado sus medios de vida, seguridad alimentaria y acceso a mercados.