Skip to main content

Mientras las bombas y el hambre acechan a Gaza, WFP y sus socios continúan sus esfuerzos para aumentar la ayuda

Garantizar corredores de suministro y una pausa en las hostilidades para permitir un acceso humanitario seguro son fundamentales para salvar vidas, ya que el conflicto no muestra señales de ceder
, Marwa Awad
 Palestinian-Israel Conflict. Photo: AFP/Majdi Fatih
Seis semanas de conflicto han dejado daños catastróficos en Gaza, lo que ha provocado desplazamientos masivos y el riesgo de hambruna. Foto: Majdi Fathi/NurPhoto via AFP

A menudo se puede observar a Samer AbdelJaber caminando de un lado a otro por los pasillos de su base de operaciones en Jerusalén. Con su teléfono en mano y con voz firme, el director del Programa Mundial de Alimentos para Palestina (WFP, por sus siglas en inglés) negocia el acceso humanitario a Gaza, donde seis semanas de guerra han quitado la vida a más de 11.000 personas y provocado desplazamientos masivos, hambre generalizada y el riesgo de hambruna.

El conflicto ha desatado una catástrofe humanitaria más allá de todo cálculo. Los bombardeos implacables y una grave falta de combustible y gas han asfixiado el enclave y obstaculizado todas las operaciones humanitarias, y sólo el 10 % de la asistencia alimentaria disponible WFP ha llegado lentamente desde el inicio de la crisis.

“Debemos llegar a todos a pesar de las adversidades. Estamos haciendo todo lo que podemos, colaborando con todas las partes interesadas, para llevar alimentos a Gaza y llevar a cabo iniciativas que salven vidas y puedan ayudar a la gente a afrontar la situación”, afirma AbdelJaber.

Más de dos tercios de los 2,3 millones de habitantes de Gaza se han visto obligados a abandonar sus hogares. Muchos permanecen ahora en refugios hacinados, tiendas de campaña improvisadas y zonas abiertas sin suficiente comida, agua potable, alcantarillado ni saneamiento adecuados. Barrios enteros han sido arrasados, junto con mercados, tiendas, panaderías y servicios públicos. Aquellos que tienen suerte de escapar de la muerte por bombardeo corren el riesgo de morir de hambre o de enfermedades.

Hambre y enfermedad

“Buscamos plástico en las calles para hacer fuego y cocinar lo que encontremos para nuestros hijos. No tenemos harina y los niños están enfermos de diarrea. Nadie está a nuestro lado. ¿Qué hemos hecho para merecer esto?”, dijo Al-Masry al personal de WFP en el terreno. Su marido murió tras un ataque aéreo contra su casa en Bayt Layhya, al norte de Gaza, dejándola sola a cargo de sus hijos.

“Lo que necesito desesperadamente es una bolsa de harina para que mis hijos puedan volver a probar el pan”, dijo Khitan al personal de WFP en Khan Yunis, Gaza, donde encontró refugio. Mientras tanto, los camiones de WFP cargados con más de 1.000 toneladas métricas de alimentos hacen fila en la frontera de Rafah, esperando llegar a Khitan y otros en Gaza.

Combustible, acceso y pequeñas victorias

Tras la advertencia de WFP sobre el riesgo inmediato de hambruna que enfrentan los habitantes de Gaza, el viernes, 17 de noviembre, entró en vigor un acuerdo para permitir la entrada de algo de combustible para facilitar la entrega de ayuda. Ocho de los camiones de WFP dentro de Gaza lograron finalmente transportar suministros alimentarios de emergencia para dos semanas para casi 23.000 personas.

Aumentar el volumen y el flujo de asistencia es la única manera de contener la catástrofe humanitaria que se está desarrollando. Una respuesta humanitaria a gran escala para salvar vidas y aliviar la presión sobre las comunidades golpeadas requiere al menos 100 camiones con suministros de alimentos por día, múltiples puntos de entrada desde todos los lados y un cese de las hostilidades. WFP puede llegar a más de 1 millón de personas para diciembre, trabajando con múltiples actores y socios humanitarios.

WFP-trucks-moving-into-Gaza-Mohamed-El-Sayed
Camiones con suministros de alimentos de emergencia listos para ser entregados al otro lado de la frontera. Foto: WFP/Mohamed El Sayed

Además de las entregas de alimentos en los sitios de distribución, WFP puede ayudar a apoyar la actividad comercial en los mercados locales distribuyendo paquetes de alimentos en especie a las tiendas vacías hasta que los bienes comerciales comiencen a llegar nuevamente.

El personal sobre el terreno en Gaza ha evaluado todas las panaderías existentes para rehabilitar las que puedan recuperarse, mientras busca introducir cocinas que funcionan con energía solar para ayudar a las comunidades a acceder al pan. En este momento, ninguna de las panaderías contratadas por WFP dentro de Gaza está funcionando, mientras que una fábrica contratada por WFP que era una de las más grandes de Gaza resultó afectada y dañada.

Para fortalecer su seguimiento de las operaciones dentro de Gaza en medio de un apagón, el Clúster de Telecomunicaciones de Emergencia liderado por WFP está identificando formas de importar equipos de telecomunicaciones para monitorear los movimientos de asistencia y las transacciones. "El seguimiento es una responsabilidad compartida", afirmó AbdelJaber, destacando la necesidad de restablecer la conectividad en Gaza.

Para AbdelJaber, la noticia de que la asistencia llega a los habitantes de Gaza devastados por la guerra y el regreso seguro de su personal a su base de operaciones al final de cada día cuentan entre las pequeñas victorias que lo motivan a él y a su equipo a salvar vidas contra todo pronóstico. "Si bien la luz al final del túnel puede estar lejos de alcanzarse, no podemos darnos el lujo de perder la esperanza", afirmó.

WFP Country Director Samer Abdeljaber
Samer AbdelJaber, director de país de WFP para Palestina: 'Debemos llegar a todos a pesar de las adversidades'. Foto: WFP

Es momento de
tomar acción

WFP depende enteramente de aportes voluntarios, así que cada aporte cuenta.
Dona ya