Ucrania: Seis meses de guerra y respuesta humanitaria en medio de una crisis alimentaria mundial
Seis meses de guerra en Ucrania se han cobrado miles de vidas civiles y han desarraigado a millones de personas. Muchas familias que permanecen en zonas cercanas a los frentes tienen dificultades para acceder a los alimentos tras la interrupción de las líneas de suministro comercial. Aquellos que han huido de sus hogares a menudo han perdido sus medios de subsistencia y están luchando por reconstruir sus vidas, tras haberse quedado sin dinero o haber encontrado sus casas reducidas a escombros.
A continuación, se exponen algunas de las formas en que el Programa Mundial de Alimentos (WFP) acompaña a la población de Ucrania y del mundo entero mientras el hambre alcanza cifras récord (un total de 50 millones de personas en 45 países se encuentran al borde de la hambruna).
Asistencia en efectivo
El WFP es el principal proveedor de transferencias humanitarias en efectivo en todo el mundo, con amplia experiencia en situaciones de conflicto.
Nuestro programa multipropósito de dinero en efectivo ayuda a los desplazados de Ucrania a cubrir necesidades esenciales como la alimentación, atención médica y alojamiento.
Desde el comienzo de la guerra, el WFP ha desembolsado más de 200 millones de dólares para los ucranianos desplazados internamente. En Moldavia, 11.000 familias que acogen a refugiados ucranianos también reciben transferencias de efectivo del WFP para cubrir gastos adicionales, como alimentos y servicios públicos.
Asistencia alimentaria
El WFP comenzó a servir comidas nutritivas listas para comer y a distribuir pan a los pocos días de la guerra en Ucrania. A medida que nuestra respuesta se va adaptando, estamos proporcionando kits de alimentos en todos los lugares en los que no hay alimentos o son de difícil acceso.
El suministro de kits de alimentos ayuda a contrarrestar el impacto de la inflación y la disminución del poder adquisitivo de las familias, liberando recursos para cubrir otras necesidades.
Los kits de alimentos cubren la mayor parte de las necesidades nutricionales mensuales de una familia; contienen proteínas enlatadas (carne o judías), aceite de girasol, pasta o arroz. Hasta la fecha, el WFP ha distribuido más de 64.000 toneladas métricas de alimentos a la población de Ucrania.
Apoyo a las exportaciones de grano
Antes de la guerra en Ucrania, el país producía suficientes alimentos para alimentar a 400 millones de personas al año. La interrupción de las exportaciones de alimentos tuvo repercusiones inmediatas para los países que dependen en gran medida de las importaciones de cereales procedentes de Rusia y Ucrania, actores clave en los mercados mundiales de trigo y maíz.
El WFP ha estado trabajando con el Gobierno de Ucrania y otros socios para promover y facilitar la exportación de grano a través de los puertos del Mar Negro, así como de rutas alternativas de exportación terrestre y fluvial.
El 16 de agosto de 2022, salió del puerto del Mar Negro de Pivdennyi en Odesa el primer cargamento de grano ucraniano para las operaciones del WFP desde la guerra: un buque fletado llevó 23.000 toneladas métricas del WFP a la región del Cuerno de África, azotada por la sequía, donde el hambre catastrófica amenaza a más de 20 millones de personas.
Permitir la exportación de grano ucraniano es fundamental para estabilizar los mercados mundiales y paliar el hambre, pero también tiene beneficios directos para los ucranianos.
El sector agrícola es un componente esencial de la economía ucraniana, que representa alrededor del 11% de su PIB, y una fuente directa de sustento para muchos de los 13 millones de ucranianos que viven en zonas rurales. La reanudación de las exportaciones de grano ayudará a liberar los silos y dará a los agricultores ucranianos los recursos y la confianza que necesitan para preparar una nueva cosecha.
Pre posicionamiento de alimentos en zonas de alto riesgo
Como la guerra en Ucrania sigue siendo muy volátil, con cambios en las líneas del frente, el WFP está participando y coordinando convoyes a zonas de difícil acceso, apoyando la entrega de kits de alimentos y otros artículos de primera necesidad, y realizando evaluaciones de la seguridad alimentaria. En julio, el WFP llegó a más de 900.000 personas en zonas de difícil acceso o en primera línea directamente afectadas por los combates.
Seguimos colaborando con las partes del conflicto para negociar el acceso de la ayuda humanitaria mediante convoyes a las localidades más afectadas -sobre todo en el este y el sur-, guiándonos por los principios humanitarios y con el objetivo de llegar a la población de ambos lados de la línea de contacto.
Reactivar los mercados mejorando el poder adquisitivo
El WFP comenzó a distribuir bonos en las regiones de Chernihiv y Sumy. Las familias reciben un bono de papel de 13 dólares por persona para gastar en una serie de tiendas de comestibles contratadas por el WFP.
El WFP está trabajando actualmente para facilitar la transición de unos 64.000 beneficiarios de la asistencia alimentaria a los bonos. El sistema de bonos ayuda a que los comerciantes vuelvan a las comunidades más afectadas y a que las economías locales se recuperen. Esta medida temporal será sustituida por transferencias de efectivo a medida que la situación lo permita.
Apoyar la economía y los sistemas alimentarios de Ucrania
Los sistemas alimentarios -las redes necesarias para producir y procesar los alimentos, y garantizar que lleguen a los consumidores- no satisfacen las necesidades de muchas personas en todo el mundo. Sus defectos se ven agravados por el conflicto en Ucrania y la crisis climática.
El WFP sigue dando prioridad a la adquisición local de alimentos en Ucrania. Actualmente compramos el 80% de los alimentos que distribuimos dentro de Ucrania, apoyando directamente a los agricultores ucranianos y a la economía del país. También trabajamos con panaderías locales para entregar pan.
La prioridad general del WFP en Ucrania es trabajar con las autoridades locales, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado para restablecer el acceso a los alimentos, estabilizar los servicios institucionales y mantener la actividad económica para reducir la vulnerabilidad a largo plazo.