Deicy Cuero explicaba así la situación desesperada que vivió con su marido José Ochoa al no tener ingresos para alimentar a sus cuatro hijos. Ahora sonríen aliviados.
Con la pandemia, Marlene y su marido perdieron sus trabajos y medios de vida para mantener a sus cuatro hijos. Los huracanes empeoraron una situación ya difícil.
El Programa Mundial de Alimentos necesita US$8 millones para brindar asistencia alimentaria urgente mientras el país se recupera de una de las peores tormentas desde 1998.
41.000 personas en 9 países* respondieron a una encuesta remota sobre cómo la COVID-19 ha afectado sus medios de vida, seguridad alimentaria y acceso a mercados.
Mientras millones de niños se pierden las comidas escolares, WFP trabaja para garantizar que continúen recibiendo las calorías y nutrientes que necesitan.