Laura quiere enseñar a los hombres nuevas costumbres sobre equidad de género
Laura es la líder de la comunidad de Mamonal del pueblo indígena wayúu en el departamento de La Guajira, Colombia. Su pueblo representa el 42.1% de las más de 260.000 personas que viven en el departamento. En un par de semanas, Mamonal contará con un nuevo integrante porque Laura dará a luz a su primer hijo.
En la cultura wayúu, las mujeres tienen un papel fundamental: están a cargo de la crianza y educación de los pequeños, realizan las actividades del hogar, cuidan de los enfermos, atienden a las visitas y, además, deben conseguir el alimento, lo cual no es tarea fácil.
La comunidad o ranchería en donde Laura vive está lejos de la ciudad, rodeada de dos ríos y un lago. Para ir por comida, debe caminar varios kilómetros y en los últimos meses su embarazo ha hecho difícil la tarea.
"Todo lo tenemos por fuera de la ranchería, incluyendo los alimentos. Además de la pandemia también nos hemos visto afectados por las inundaciones. Tenemos muchos obstáculos", afirma Laura.
Asistencia alimentaria y sensibilización sobre temas de género
En atención a las necesidades que se presentaron por la emergencia de la COVID-19, el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) asistió a las familias de esta comunidad con transferencias en efectivo por dos meses gracias al apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Además, recibieron dos bonos para comprar alimentos en mercados locales.
"Esto ha sido de gran ayuda, en especial para la niñez. Muchas veces, al ser una comunidad tan pequeña, no nos tienen en cuenta", señala Laura.
Como parte de las entregas de efectivo, WFP brinda capacitaciones sobre las violencias basadas en género y las acciones que deben tomar las mujeres para comunicarse con la administración municipal en caso de presentarse alguna situación. Estas capacitaciones las realiza el WFP en coordinación con la "Casa de la Mujer Empoderada", una estrategia del gobierno nacional.
"Solo algunos hombres ayudan, los otros están relajados", dice Laura
Laura participó de dichas capacitaciones y asegura que la han ayudado a comprender el tema del empoderamiento de las mujeres dentro de las costumbres de su pueblo. Se siente orgullosa de su cultura y tradiciones, como "el encierro de las Majajüt", un ritual wayúu que representa el camino hacia la pubertad femenina. Durante ese momento, la niña no debe ser vista por nadie, exceptuando a su madre y a su abuela materna, quienes se encargan de alimentarla, prepararla y enseñarle las tradiciones de las mujeres wayúu.
En este espacio también cambian su vestuario y dejan de lado todo lo que las representaba como niñas para luego convertirse en mujeres. Laura quiere transmitir esta y muchas más tradiciones a su hijo por nacer para que no conserve su lengua, sus vestimentas y la memoria de sus ancestros.
Sin embargo, hay una costumbre que Laura introducir: que las responsabilidades de la comunidad sean un asunto igualitario, es decir que sean compartidas por mujeres y hombres.
"Todo lo hacemos nosotras: nosotras lavamos, nos encargamos de la leña, la cocina. Solo algunos hombres ayudan, los otros están relajados", dice Laura. "Gracias al estudio he sido consciente de esto y trato de decirles a mis hermanos y a los menores que el oficio no debe ser solo de nosotras las mujeres", afirma Laura.
En La Guajira, el Programa Mundial de Alimentos brinda asistencia mensual a más de 90.000 personas; la gran mayoría mujeres indígenas que cada vez más buscan alzar la voz para cambiar la realidad de sus comunidades y trabajar por el bienestar de su familia.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, hacemos un reconocimiento a sus esfuerzos, que contribuyen a promover la igualdad y disminuir las violencias basadas en género.