“Este es el precio que la gente inocente paga por la guerra”: la Directora Ejecutiva del WFP, Cindy McCain, insta a la comunidad internacional a dar un paso al frente para ayudar a los “heridos y desnutridos”
Cocineras y maestras celebran la renovación de la cocina de su escuela y el hecho que las niñas y los niños puedan comer comidas calientes y saludables. Al igual que esta escuela, el Programa Mundial de Alimentos rehabilita las cocinas escolares en ocho estados del país.
Dos mil kilómetros en carro, 10 horas en chalupa, lodo, lluvias. Seiscientos estudiantes esperaban nuestras primeras comidas escolares en Arismendi, uno de los municipios de más difícil acceso en Venezuela. Esta es la historia.
Andreina Rincón es la jefa del almacén de Coro, en el estado Falcón, desde donde se distribuyen los alimentos para unas 43.000 personas, entre estudiantes y personal, en 321 escuelas de educación inicial y especial
Beinilet Salas utiliza los alimentos del Programa de Comidas Escolares del WFP para preparar platillos como el atol y el arroz con leche, este último el preferido de su hija de tres años.
El aumento de los costos afectará las operaciones del Programa Mundial de Alimentos e impactará a los más vulnerables mucho más allá de las fronteras de Ucrania