Voluntaria ayuda a combatir la malnutrición en Honduras
Hace 13 años, Edith Rodríguez llevó a su bebé al centro de salud porque había caído en un cuadro de desnutrición severa. Tan grave era su estado que Edith tuvo que vestir a la pequeña con varias prendas de vestir para no lastimarla cuando la tenía en brazos.
Gracias a los cuidados y seguimiento de Eugenia Castillo, una voluntaria del centro de salud en la comunidad de Los Planes, departamento de La Paz, Honduras, Edith consiguió que su hija recuperara su peso y talla.
Trece años después de esa experiencia, Edith ha seguido asistiendo al centro de salud, pero como auxiliar voluntaria de salud y velar para que quienes cuiden a los niños y niñas puedan los ayuden a salir de la desnutrición.
“Lo que hace un auxiliar voluntario es captar a embarazadas en la comunidad y darle seguimiento para que ellas vayan al control prenatal”, nos cuenta Edith, quien se capacitó en ayudar a los niños y niñas que se encuentran debajo del peso y talla para que crezcan y se desarrollen.
La importancia de una buena alimentación
La comunidad se alimenta principalmente con tortillas, arroz y frijoles, y raras veces las madres consiguen carne de res o pollo, dice Edith. Esta alimentación deficiente durante el embarazo, sumado a otros factores, causa que los bebés nazcan con bajo peso.
Para mejorar la nutrición de las embarazadas, el centro de salud entrega el Super Cereal Plus, un producto donado por el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés). Gracias a este alimento complementario a base de maíz, comenta Edith, se puede preparar atol, papilla e incluso tortillas, que ayudan a subir el peso.
Para los niños más grandes, Edith enseña a las madres a hacer tortillas mejoradas con zanahoria, rábano, remolacha y otros alimentos nutritivos ricos en vitaminas y minerales. A los niños les encantan estas tortillas por sus atractivos colores y se las comen sin sospechar que llevan vegetales o verduras.
Voluntaria en planificación familiar, limpieza y mejoras del hogar
Además del centro de salud, Edith tiene siete años trabajando en planificación familiar dentro de la Atención Primaria de Salud (APS) para crear conciencia de los beneficios que tiene para las familias espaciar los embarazos, principalmente desde la perspectiva de nutrición.
Otra de sus labores consiste en capacitar a las madres y padres sobre la importancia de limpiar sus casas para prevenir la propagación de enfermedades. Como la mayoría de las casas tienen pisos de tierra y son de bahareque (hechas de palos o cañas entretejidos recubiertos de barro), se convierten en el escondite ideal para los chinches que con su picadura transmiten el Trypanosoma cruzi, el parásito causante de la enfermedad o mal de Chagas, una enfermedad endémica en zonas rurales de Honduras y América Latina.
Edith les advierte sobre estos riesgos y les enseña cómo a través de la limpieza pueden prevenir que los chinches transmisores del mal de Chagas se escondan en sus hogares y enfermen a sus seres queridos.