Con la pandemia, Marlene y su marido perdieron sus trabajos y medios de vida para mantener a sus cuatro hijos. Los huracanes empeoraron una situación ya difícil.
Fortalecer las capacidades de los países para que hagan frente a la inseguridad alimentaria y nutricional, la pobreza y las desigualdades de género es una de las principales bases del trabajo del WFP.
El Programa Mundial de Alimentos necesita US$8 millones para brindar asistencia alimentaria urgente mientras el país se recupera de una de las peores tormentas desde 1998.
Mientras millones de niños se pierden las comidas escolares, WFP trabaja para garantizar que continúen recibiendo las calorías y nutrientes que necesitan.