Jayeechi, canto guajiro para los migrantes
Es una expresión cultural de la etnia wayúu de Colombia. Dedican algunos cantos a migrantes de Venezuela.
, Diego Alvarez
Dentro de las expresiones culturales de la etnia wayúu, habitantes del desierto al norte de Colombia, está un canto a veces gutural que parece un gemido, un lamento. Víctor González dedica sus jayeechis a los migrantes venezolanos que llegan a su territorio.
Bajo la sombra de un árbol de trupillo (Prosopis juliflora), Víctor González, el músico de la comunidad, compone canciones que dedica a los migrantes venezolanos que han llegado a su tierra, a su ranchería, en pleno desierto de La Guajira, al norte de Colombia.
Utiliza el instrumento llamado Turrompa, típico de la región, pero lo que más le llama la atención es hacer canciones jayeechi, cantos guajiros que narran la vida de la comunidad, el trabajo diario, el pastoreo, la abundancia o la escasez; así como el amor y la tragedia. Es una de las expresiones culturales más importantes entre los wayúus, etnia que habita el desierto colombo-venezolano en la península de La Guajira. "Con la música transmito historias y puedo opinar sobre lo que veo. Me inspiro en un sentimiento o en un lamento. También en el amor", explica Víctor.
En sus creaciones y composiciones, Víctor canta a lo que sucede con sus hermanos venezolanos: "Yo le canto a lo que está pasando en Venezuela. Narro lo que viven mis hermanos durante el camino hacia su tierra ancestral. Le canto al sufrimiento de las familias que salen de ese país, a los niños con hambre; le canto a la tristeza de tantas personas que están llegando. Pero también le canto a nuestro territorio wayúu, y a la ayuda que ofrecemos a los migrantes que llegan a nuestra comunidad".
Bienvenidos
Víctor dedica sus canciones al sufrimiento de los migrantes, pero también a la esperanza que encuentran en la comunidad Curarí, lugar en el que habita: "Quienes llegan a nuestra tierra no lo van a tener todo aquí, pero al menos no van a pasar hambre".
La comunidad indígena wayúu en La Guajira, Colombia, vive en una zona desértica, con poca agua y pocos alimentos. A este territorio están llegando con sus familias migrantes wayúu venezolanos y colombianos retornados. La comunidad les da la bienvenida y comparten con ellos la tierra y los pocos alimentos que producen.
A su vez, las familias recién llegadas se van integrando a las labores domésticas, a la huerta, a pastorear el ganado, y a comprender las reglas básicas de convivencia para convertirse en parte de la comunidad en la que ahora llaman su hogar.
De acuerdo con Migración Colombia, en los últimos meses más de 1 millón de venezolanos y colombianos ingresaron a este país. Muchos de ellos se han establecido en La Guajira.
El Programa Mundial de Alimentos responde a esta crisis migratoria con entrega de comidas calientes en comedores comunitarios, bonos de canje por alimentos, kits alimentarios y alimentación escolar.
