El Programa Mundial de Alimentos necesita US$8 millones para brindar asistencia alimentaria urgente mientras el país se recupera de una de las peores tormentas desde 1998.
Mientras millones de niños se pierden las comidas escolares, WFP trabaja para garantizar que continúen recibiendo las calorías y nutrientes que necesitan.
Con todos los problemas que Bolivia enfrenta por el cambio climático, son personas como Pedro quienes contribuyen con alternativas locales, creativas y tecnológicas.