El muro de las huellas
Información y fotografías recolectadas por Franklin Moreno, monitor de campo del WFP
La casa de acogida temporal "Un Techo para el Camino" tiene una manera peculiar de dar la bienvenida a los agotados caminantes que llegan a Guayaquil, la ciudad portuaria más importante de la costa ecuatoriana.
Mucho más que una pared
Aquí, una pared se convirtió en el espacio perfecto para que los caminantes que salen del albergue dejen mensajes a los caminantes que llegarán. Fue bautizada por ellos como "El Muro de las Huellas" y está allí desde mayo de 2018, cuando el lugar abrió sus puertas.
Recuerdos de mi tierra
Luis Mariño tiene 30 años y acaba de llegar con su esposa y tres hijos. Tantos mensajes en la pared son una infusión de confianza y esperanza. Se sienten seguros y protegidos en la casa de acogida. Finalmente, dijo Luis, podrán tomarse un descanso de su larga travesía que inició en su natal Barquisimeto, en el estado Lara, Venezuela.
El cuatro en la pared
Pero lo que más llamó la atención de Luis es la imagen de un "cuatro", un instrumento musical familia de la guitarra que tiene cuatro cuerdas. El cuatro es parte del folklore de Venezuela y otros países de la región.
"Mi ciudad, Barquisimeto, es la cuna de los cantores y por eso a la entrada hay una estatua de un cuatro que le da la bienvenida a los que la visitan", dijo Luis. "Este dibujo que veo me la recuerda".
Amor, fe y alegría
Los mensajes dejados en el muro por los caminantes tienen una dósis de amor para en futuro busquen refugio en la casa de acogida. Tienen una fuerte carga emocional, de optimismo y fe en el futuro.
Para Ronald Borgues, coordinador de "Un Techo para el Camino" de la corporación Viviendas Hogar de Cristo, este muro lo motiva a seguir trabajando por esta población. "Este muro es testigo de cómo las personas demuestran su agradecimiento, su cariño y su alegría de vivir", concluyó.