La publicación ofrece una visión completa del estado de la alimentación escolar en ALC: escala, cobertura, componentes e impactos. Se enfatiza la necesidad de llegar a los niños y niñas vulnerables para prevenir la deserción escolar y promover un desarrollo holístico. La publicación subraya la importancia de integrar las intervenciones de salud y nutrición junto con los programas de alimentación escolar a través de enfoques multisectoriales.
Sus principales hallazgos indican que 80.3 millones de niños y niñas de toda la región recibieron comidas escolares en 2022. El compromiso político y la inversión en estas iniciativas son altos, ya que al menos 19 países cuentan con una política o ley específica de alimentación o nutrición escolar. La cobertura varia del 30 al 100 porciento en todos los países de la región. La publicación recomienda fortalecer la cobertura y la calidad de los programas, así como los marcos normativos, implementar la compra local de alimentos, invertir en enfoques interculturales y mejorar la colaboración y las asociaciones multisectoriales. Además, recalca la importancia de trabajar en la preparación ante situaciones de crisis ya que los programas de alimentación escolar demostraron ser resistentes - e indispensables- durante la pandemia.
La publicación ofrece recomendaciones específicas para ayudar a los países a enfrentar los desafíos de manera efectiva y garantizar que los programas de alimentación escolar continúen contribuyendo al desarrollo, la educación y el bienestar general de los niños y niñas.