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Ecuador: Comidas escolares en un solo clic

El Mercadito Nilus es la solución digital que permite a escuelas en Ecuador comprar alimentos a los agricultores locales administrar sus inventarios, diseñar menús con productos nutritivos y de temporada.
, Tayra Pinzon

Es domingo por la tarde y Armando Vega, productor local de Santa Elena, separa las mejores frutas y verduras para llevar a la escuela Juan José Castelló. Allí sus hijos y otros muchos niños y niñas reciben cada día almuerzos que les ayudan a concentrarse, aprender y jugar. Él es parte de una asociación de productores locales que suministra comida a las escuelas de la zona donde se implementa el proyecto de comidas escolares, y pone en su trabajo el cariño propio de un padre.  

Nilus digital solution
La solución digital Mercadito Nilus facilita los procesos de compra de alimentos y eso beneficia a los productores, directivos de escuelas y a los estudiantes. Foto: WFP/Tayra Pinzón

“En solo tres pasos y sin tanto papeleo tenemos los pedidos, sumamente fácil. Es muy sencillo, tanto los pedidos como el proceso de pago”, explica mientras su dedo recorre la pantalla de su teléfono móvil.

El Mercadito Nilus ha facilitado el proceso de compra y entrega de las comidas que vienen desde los productores locales. Conectar a los agricultores locales con los programas de alimentación escolar, contribuye a dinamizar la economía de las comunidades, e incentiva una alimentación variada y nutritiva. Los productores saben que venderán lo que cosechan y que lo harán a un precio justo.

Nilus
En un clic se tiene acceso a inventario, precios y facturación de los alimentos. Foto: WFP/Irshad Khan


En áreas rurales de Ecuador, donde más de un tercio de los estudiantes no tiene una nutrición adecuada, dar un plato de comida saludable cada día en la escuela es más que cubrir una necesidad: es un acto transformador. Con más de 2.5 millones de niños en edad escolar, el país ha dado un paso adelante al combinar innovación, salud y comunidad, mejorando las comidas escolares y las vidas de quienes las producen.


En algunas regiones, Ecuador ha digitalizado el proceso de compra y distribución de alimentos para el programa de comidas escolares que se implementa en nueve provincias del país. Con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (WFP) y gracias a la tecnología desarrollada en colaboración con la empresa privada Nilus, ahora las escuelas hacen pedidos en minutos, verifican la calidad del producto y generan actas de entrega digitales con un simple código de verificación. 

“Hoy en día, todo está automatizado. Los lunes se entregan sus productos y ese mismo día ya el acta consta en el departamento financiero, y los pagos se pueden procesar de inmediato”, explicó Mario Cedeño, Oficial de Territorio de WFP en Santa Elena, Ecuador.

 Un menú escolar de temporada

Además, docentes y padres participan en la elaboración del menú semanal, usando productos de temporada cosechados en las áreas cercanas a Santa Elena. “Lo importante de estos menús son los vegetales y frutas, que los niños aprenden a comer de todo”, comenta Gilmer Lucas, miembro del comité de madres y padres que preparan los alimentos en la escuela Naydelin en Manta.

Niña ecuatoriana
Nada mejor que una comida nutritiva con alimentos de la temporada en las escuelas de Manta, Ecuador. Foto: WFP/Tayra Pinzón
Más ingresos, menos contaminación

La participación de pequeños agricultores en los programas de alimentación escolar fortalece la economía rural y crea un ciclo virtuoso de impacto comunitario. Los más de 770 productores venden alimentos a las escuelas para preparar las comidas de más de 30 000 estudiantes cada día, y se espera que este número siga aumentando en el futuro.

Agricultores ecuatorianos
Productores de frutas y verduras de la región de Santa Elena, Ecuador pueden vender sus productos y cobrar de forma más eficiente con Mercadito Nilus. Foto: WFP/Tayra Pinzón

 

“Hemos dado una oportunidad a pequeños productores que antes no podían acceder a procesos de contratación más amplios. Ahora, con ferias inclusivas y pedidos digitalizados, les apoyamos directamente mientras garantizamos alimentos frescos y nutritivos para los niños”, señaló Pamela Andreína Cedeño, directora del Patronato de Manta.


Una alianza por el futuro
Cocineros ecuatorianos
Padres y madres de familia participan en el proceso de preparación de los alimentos basados en un menú semanal.  Foto: WFP/Tayra Pinzón

El Mercadito Nilus es un ejemplo de cómo la innovación puede ser una herramienta poderosa para enfrentar desafíos sociales. 
A largo plazo, este modelo busca no solo una mejor alimentación para los estudiantes y que permanezcan más tiempo en la escuela, sino generar un cambio cultural en sus hábitos alimenticios y de consumo. La visión conjunta del gobierno ecuatoriano y WFP apunta a expandir esta iniciativa a nivel nacional, beneficiando a miles de niños y productores rurales.


Cuando innovación, comunidad y compromiso se encuentran, los resultados son extraordinarios. Un plato de comida saludable no solo nutre cuerpos, sino que también transforma vidas y asegura un futuro mejor para las próximas generaciones.

 

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