Este informe refleja el compromiso de WFP con programas de Acción Anticipatoria basados en evidencia y orientados a resultados, que priorizan la transparencia y la rendición de cuentas.
Revisión de la evidencia y el impacto de las intervenciones de protección social en la región de América Latina y el Caribe sobre los resultados de la dieta y el estado nutricional. El estudio conjunto WFP-IDS-IFPRI propone un marco analítico y operativo
El WFP implementó el Proyecto PROSAN en Sechura, Piura, para reducir la anemia y desnutrición infantil. Sus resultados exitosos respaldan recomendaciones al gobierno peruano para ampliar la estrategia a otras regiones.
En medio de la crisis por COVID-19, WFP Colombia apoyó al gobierno nacional y autoridades locales del departamento de Arauca, en el ajuste y acondicionamiento de una estrategia de protección social de emergencia, con la cual se logró la identificación, registro y atención de: población pobre y vulnerable colombiana sin asistencia social, personas mayores de 70 años y migrantes venezolanos en condición migratoria regular e irregular. Este ejercicio de articulación del WFP Colombia con autoridades nacionales y locales (Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD, Prosperidad Social y Presidencia de la República) logró cubrir, en los siete municipios del departamento a 14.487 hogares con transferencias monetarias, 51,5% de mujeres beneficiarias, y entrega de mercados a más de 16 mil hogares, llegando a más de 65.000 personas.
Hoy por hoy, gracias a programas como este, Colombia cuenta con la experiencia aplicada en el diseño e implementación de una estrategia de protección social en contextos de emergencia, articulando los sectores de pobreza y gestión del riesgo de desastres. Este trabajo permite reconocer y asistir oportunamente a poblaciones en necesidad de asistencia, incluidas personas que en la actualidad no se encuentran reconocidas dentro de los sistemas de información de población pobre y vulnerable, logrando mitigar su situación.
La estrategia articula el enfoque de WFP en materia de protección social y ofrece un marco de coordinación que describe cómo la organización contribuirá deliberada y sistemáticamente a los esfuerzos colectivos para alcanzar los objetivos nacionales de protección social a largo plazo.
Dado que la variabilidad y el cambio climático son factores clave del hambre, el Programa Mundial de Alimentos está fortaleciendo las capacidades de las comunidades y gobiernos de América Latina y el Caribe para adaptarse a los crecientes desafíos del cambio climático. En el siguiente documento, descubre cómo trabajamos con las comunidades, nuestra experiencia y casos de éxito.
Dado que el variabilidad del clima y el cambio climático son los principales impulsores del hambre, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas está construyendo las capacidades de las comunidades y de los gobiernos en América Latina y el Caribe para adaptarse a los crecientes desafíos del cambio climático. En el siguiente documento descubre cómo trabajamos con las comunidades, la experiencia obtenida y las historias de éxito.
La Unidad Regional de Evaluación elaboró estos documentos que aquí presentamos con el objetivo de facilitar la difusión de los hallazgos y comprender de qué trató la evaluación, sus resultados y recomendaciones, así como la metodología utilizada para llevar a cabo cada evaluación.
Está nota técnica explora cómo las metodologías y herramientas del WFP pueden informar a la protección social, en particular en la preparación y respuesta a emergencias. Instrumentos como la Evaluación de Seguridad Alimentaria en Emergencias (ESAE), la Evaluación de Necesidades Esenciales (ENA) y la Canasta Mínima de Gastos (MEB) pueden ser usados como parte de la asistencia técnica que el WFP brinda a los países para informar los ajustes y expansiones de los programas de protección social existentes, así como la creación de nuevos apoyos ante una emergencia. Esta nota incluye ejemplos de la región sobre el uso de estas herramientas en la protección social reactiva a emergencias.
Esta Estrategia de Protección Social para América Latina y el Caribe tiene el propósito de perfilar cuáles son las áreas principales de inversión del WFP en el ámbito de la protección social en la región e informar acerca de la formulación e implementación de los Planes Estratégicos de País elaborados por el WFP. La estrategia nos presenta un marco y una perspectiva amplia para la protección social en cuatro pilares que son prioritarios para el WFP con el fin de lograr un mundo sin hambre y sin malnutrición: nutrición, respuesta a las crisis, adaptación al cambio climático y fortalecimiento de los sistemas de protección social.
Este análisis “Cerrando la brecha de nutrientes " (conocido en inglés como Filling the Nutrient Gap) desarrollado en Ecuador, entre abril y septiembre de 2018, pone en evidencia el vínculo entre el bajo acceso a dietas nutritivas, la desnutrición crónica y el sobrepeso que afecta a gran parte de la población ecuatoriana. Según este estudio, únicamente 5 de cada 10 hogares en el país tendrían acceso económico a una dieta nutritiva.
La República Dominicana ha sido uno de los países de la región que más ha invertido en la preparación de su sistema de protección social para la respuesta a emergencias. A su vez, dicho sistema ha sido un elemento fundamental de la respuesta del gobierno a la crisis ocasionada por la pandemia COVID-19. Este reporte tiene como objetivo documentar esta experiencia para informar respuestas de protección social a crisis futuras e inversiones en la preparación de los sistemas de protección social para dichas respuestas, tanto en República Dominicana como en otros países.
La presente guía expone orientaciones provisionales destinadas a los coordinadores sobre el terreno, a los responsables de distribución de asistencia alimentaria de gobierno, organizaciones no gubernamentales organizaciones de base comunitaria, personas de la comunidad y sector privado que trabajan en situaciones humanitarias en los lugares de distribución de alimentos, participan en la toma de decisiones y realizan actividades multisectoriales de preparación e intervención ante el brote de COVID‑19.