Una testigo en el terreno nos describe el drama de una comunidad después que el Programa Mundial de Alimentos se viera obligado a recortar la asistencia alimentaria a 10 millones de personas.
“Este es el precio que la gente inocente paga por la guerra”: la Directora Ejecutiva del WFP, Cindy McCain, insta a la comunidad internacional a dar un paso al frente para ayudar a los “heridos y desnutridos”
El Programa Mundial de Alimentos y otros trabajadores humanitarios temen una tormenta perfecta, ya que la afluencia de refugiados por la violencia en Sudán se ve agravada por las próximas lluvias, la temporada de carestía y la escasez de fondos.
Los pueblos originarios protegen el medio ambiente como parte de su cosmovisión. No contribuyen al cambio climático, pero sufren como todos las consecuencias.