ROMA – La concesión del Premio Nobel de la Paz al Programa Mundial de Alimentos (WFP) es un reconocimiento conmovedor al trabajo del personal de WFP que arriesga su vida todos los días para llevar asistencia alimentaria a cerca de 100 millones de personas que padecen hambre en el mundo. Personas cuyas vidas a menudo se ven devastadas por la inestabilidad, la inseguridad y los conflictos.