Como parte de la agenda “para cambiar vidas”, WFP está combinando la asistencia humanitaria y la cooperación bilateral para el desarrollo con la inversión en actividades basadas en la resiliencia que contribuyan a la construcción de sistemas alimentarios sostenibles.
En Venezuela, las familias en las que hay una persona con discapacidad tienen que tomar decisiones difíciles cada día: medicinas o comida, educación o comida. El programa de comidas escolares de WFP intenta cambiar esta situación.
“Este es el precio que la gente inocente paga por la guerra”: la Directora Ejecutiva del WFP, Cindy McCain, insta a la comunidad internacional a dar un paso al frente para ayudar a los “heridos y desnutridos”