Resiliencia femenina
Recientemente asistí a una exposición fotográfica en donde, de forma artística y a través de hermosas imágenes, se podía apreciar un poco de las vidas de hombres y mujeres que han sabido salir adelante ante las vicisitudes del cambio climático y especialmente de la sequía en el corredor seco centroamericano.
Las imágenes nos permiten ver rostros cansados pero tenaces frente a la adversidad, manos estropeadas por las largas jornadas y parajes que muestran la inclemencia del tiempo en la zona.
En la muestra fotográfica denominada "Resiliencia", llaman la atención algunas fotografías de perseverantes y determinadas mujeres que han invertido los roles dejando de lado estereotipos y conductas ancestrales. También se pueden apreciar imágenes de mujeres que desempeñan papeles decisivos en su entorno familiar y en el de la comunidad formando parte del capital de trabajo de su hábitat rural.
Juntos es mejor: Doña Genara y Don Santos son una pareja de agricultores que trabajan conjuntamente sus cultivos de maíz en la región de Matagalpa en Nicaragua. Doña Genara se siente feliz pues se ha capacitado y ahora conoce de finanzas y comparte las decisiones en casa sobre los gastos e inversiones.
Han mejorado su producción agrícola, tanto en calidad como en cantidad y ahora están accediendo a nuevos mercados, obteniendo mejores precios y recibiendo más ingresos para sus familias.
Proveedora: Dubis vive en Choluteca, Honduras y es madre soltera de dos hijos. Ella ha tomado el control de su vida esforzándose en su huerto comunitario para mantener a sus hijos y a su anciano padre, Don Aurelio. Mientras ella trabaja, su padre se encarga del cuidado de la casa y de sus nietos.
La siembra del grupo de yuca, camote, hortalizas y su huerta familiar les ayuda a mejorar sus ingresos y alimentación. El futuro lo ve con esperanza. Quiere seguir aprendiendo y sacar adelante a sus hijos.
Labor comunitaria: Un grupo de mujeres que han aprendido sobre reforestación y tienen un vivero comunitario que establecieron luego de sufrir por la sequía en Yarula, Honduras, encaran la vida con determinación.
Al empezar de cero, han aprendido nuevas técnicas y a sobrevivir de manera diferente. Como resultado, tienen más ingresos y ha disminuido la migración en sus familias.
Orgullo por el trabajo: Luz Marina Arteta y su esposo Miguel son una pareja con tres hijos que forman una familia de pequeños productores del municipio de Condega, en el departamento de Estelí, Nicaragua. Con el esfuerzo de la comunidad lograron construir un sistema de captación de agua que abastece 600 hogares.
Luz Marina no se conformó con que el agua llegase al patio de su vivienda, sino también siente orgullo por ella misma haber colocado tuberías que llevaron el agua hasta su cocina.
Esta exposición es el resultado de un recorrido fotográfico que muestra el impacto del proyecto PRO-ACT financiado por la Unión Europea para enfrentar la sequía en entornos rurales de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
Las fotografías fueron realizadas por Rocío Franco, Carlos Alonzo y Sabrina Quezada y forman parte de los hallazgos de impacto del proyecto de construcción de resiliencia al cambio climático en el Corredor Seco centroamericano.
Gracias al apoyo de la Unión Europea, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) trabaja para construir resiliencia y asegurar los medios de vida de las familias a lo largo del Corredor Seco.