ROMA/JARTUM – El estallido de violencia en Sudán tiene el potencial de hundir a millones más en el hambre. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés) se ha visto obligado a detener temporalmente las operaciones que proporcionan alimentos y asistencia en efectivo que salvan vidas en un país donde un tercio de la población ya lucha por obtener suficientes alimentos para comer.
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