Informe SOFI: Récord de hambre en aumento, según estudio de la ONU

El hambre mundial alcanza niveles récord y va en aumento, según las últimas cifras de la ONU.

Hasta 828 millones de personas pasaron hambre en 2021, revela el informe 'El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022' (SOFI, por sus siglas en inglés), un aumento de 46 millones respecto al año anterior y un aumento de 150 millones de personas desde el inicio de la pandemia COVID-19.

El estudio – publicado el miércoles (6 de julio) por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) – pinta un panorama sombrío de la seguridad alimentaria a nivel mundial.

El informe llega luego de una alerta roja del WFP sobre ‘hambre catastrófica’ ya que ‘los logros del desarrollo alcanzados con tanto esfuerzo se están revirtiendo a medida que el efectó dominó de la guerra en Ucrania se siente en todos los continentes’.

 "La asombrosa cantidad de 50 millones de personas en 45 países están a solo un paso de la hambruna", dijo el Director Ejecutivo del WFP, David Beasley. "Existe un peligro real de que estos números aumenten aún más en los próximos meses".

Los conflictos, los extremos climáticos, las crisis económicas y las crecientes desigualdades se han combinado para llegar a un número sin precedentes de familias con hambre.

"Los picos globales de precios en alimentos, combustibles y fertilizantes que estamos viendo como resultado de la crisis en Ucrania amenazan con empujar a las familias de todo el mundo a la hambruna. El resultado será la desestabilización global, el hambre y la migración masiva en una escala sin precedentes. Tenemos que actuar hoy para evitar esta catástrofe", agregó Beasley.

El número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable en el mundo aumentó en 112 millones, a casi 3.1 mil millones en 2020, según el informe.

Las personas que no pueden pagar la dieta que necesitan para una vida saludable significa que "cientos de millones corren el riesgo de caer en un círculo vicioso de desnutrición, mala salud y pobreza", dijo Saskia de Pee, Jefa de Análisis y Ciencia para Alimentos y Nutrición en el WFP. "A más largo plazo, esto también conduce a un desarrollo reducido del ‘capital humano’, lo que alimenta deficientemente a la próxima generación".

Agregó: "Para mucha gente, realmente se trata de cuánto dinero tienes disponible para gastar y qué puedes comprar con eso".

"Cerrar la brecha de asequibilidad y mitigar sus consecuencias inmediatas para la seguridad alimentaria y la nutrición requiere poner todas las manos a la obra. Trabajando junto con los gobiernos, los socios, el sector privado, la sociedad civil y la academia en todo el nexo humanitario-desarrollo, necesitamos fortalecer los sistemas de agricultura, protección social, salud y educación".

En 2021, el 31,9% de las mujeres de todo el mundo padecía inseguridad alimentaria moderada o grave, en comparación con el 27,6% de los hombres, según el informe.

Y las "necesidades nutricionales de las adolescentes, de las mujeres, especialmente si están embarazadas o amamantando", son fundamentales, dijo de Pee. "Sus dietas deben tener más minerales y vitaminas, como hierro, zinc, vitamina B12".

Agregó: "Los costos de la dieta de las personas realmente aumentan – si los alimentos ya representan el 60% o el 70% de sus gastos, cuando los alimentos se vuelven un 30-40% más caros, las personas comenzarán a recortar. Entonces, la calidad de esa dieta realmente no cubrirá todas sus necesidades para vivir una vida saludable y productiva".

El acceso a dietas saludables se restringirá aún más, ya que las pérdidas de ingresos debido al COVID-19 aún no se han tenido en cuenta, mientras que la inflación continúa afectando los precios de los alimentos al consumidor, poniendo los alimentos básicos fuera del alcance de millones.

Los gobiernos deben hacer "cualquier cosa que pueda ayudar a estabilizar los precios", dijo de Pee: "No cierren sus fronteras y mantengan los alimentos dentro del país porque eso crea estrés en el mercado internacional ya que ahora hay menos suministros disponibles allí".

Agregó: "Entonces, desea apoyar a la población del país para que su poder adquisitivo no disminuya agresivamente – esto significa mejorar los programas de asistencia social, como lo hicieron muchos gobiernos y socios, incluidos el Banco Mundial y el WFP, en respuesta a COVID-19."

"También existen problemas sistémicos en los países de ingresos bajos, donde el costo relativo de los alimentos nutritivos es más alto que en los países de ingresos medios, lo que indica la fragilidad de los sistemas alimentarios, problemas relacionados con el transporte y el almacenamiento, así como que los agricultores no pueden asumir el riesgo de cambiar a la producción de cultivos más perecederos".

"Y se debe aumentar la fortificación de los alimentos, que agrega valor nutricional a los alimentos básicos a un bajo costo adicional, en particular para el arroz y la harina de maíz".

WFP tiene como objetivo llegar a 152 millones de personas en más de 120 países en 2022. La organización necesita un récord de US $22.2 mil millones este año para salvar y cambiar la vida de las familias que necesitan apoyo ahora más que nunca, incluido garantizar que las dietas de mujeres y los niños estén adecuadamente nutridos para prevenir la desnutrición y que se brinden servicios de tratamiento cuando sea necesario.