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Colombia: ‘Arauca está llena de oportunidades inigualables’

Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria (19 de agosto), queremos que conozcas a Diego Molina Restrepo, nuestro colega que trabaja para salvar y cambiar vidas en Colombia.  
, Lina Hernández
Diego Molina Restrepo, jefe de la oficina de terreno del WFP en Arauca.

Diego ha dedicado gran parte de su vida a trabajar por la seguridad alimentaria en Colombia. Empezó su trayectoria en el departamento de Antioquia muy ligado al área de respuesta a emergencias para luego trabajar con agencias de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales en los departamentos del Chocó y Norte de Santander.

En 2019 comenzó con el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) en el departamento de Arauca, en donde actualmente es jefe de la oficina de terreno. Diego es un gran partidario del trabajo colaborativo y de la articulación porque conoce el poder de cambio del trabajo en equipo. Esta filosofía le ha ayudado dirigir la operación del WFP en Arauca en donde confluyen temas como el conflicto, la crisis migratoria, la emergencia invernal, el desplazamiento interno, la pandemia por la COVID-19 y la vulnerabilidad de las comunidades indígenas.

Considera que ha podido aprender muchísimo sobre la equidad de género, asumiendo retos con mujeres cabeza de hogar y la comunidad LGBTIQ+, trabajando por la construcción de nuevas masculinidades y en medios de vida para estas poblaciones. 

De todas las operaciones de emergencia, Diego recuerda la respuesta en Arauquita porque el WFP mostró su compromiso con la comunidad, así como su capacidad de respuesta y de coordinación local e inter agencial en colaboración con el gobierno nacional. “Esa operación es utilizada como modelo a seguir por diferentes instituciones”, dijo Diego. “Siempre nos dicen: ‘nosotros queremos una respuesta parecida a la de Arauquita”.

La llaneridad de Arauca

Al igual que otros territorios de Colombia, Arauca está lleno de oportunidades inigualables, opina Diego. “Su gente, la identidad del llano o la llaneridad y su ruralidad permiten crear redes reales de apoyo para el bienestar de la comunidad”, indicó. 

Y esa llaneridad le ha permitido a la oficina del WFP en Arauca ser pionera en la innovación. Por ejemplo, allí se implementó por primera vez el programa SCOPE (registro digital de beneficiarios de los proyectos) y se ejecutó un plan piloto en protección social con diferentes líneas de respuesta. En la actualidad, la oficina lleva adelante un proyecto llamado “Fronteras Verdes” en el que se trata de mejorar las condiciones de cientos de personas dedicadas a la labor del reciclaje con el apoyo de la Embajada de Francia y la Universidad Nacional de Colombia. 

En Arauca también se están llevando a cabo proyectos con mujeres en labores artesanales, población indígena y en situación de discapacidad, migrantes, caminantes, víctimas de violencia, comunidades de acogida y/o con función de amortiguamiento en el parque nacional del Cocuy.

Diego, junto a su equipo del WFP en Arauca, disfruta del proceso y progreso de las comunidades con que trabaja y de su ruralidad. “Siempre estoy aprendiendo y ahora estoy traduciendo ese aprendizaje en acciones concretas, palpables”, opinó.

 

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