Bolivia: Las sequías constantes por la crisis climática amenazan los medios de vida de los urus
Cada vez se escucha con menos frecuencia el saludo Śuma Weńs Khila, que en español significa “buenos días”, entre las comunidades uru chipaya. Quienes lo hablan están migrando porque faltan empleos debido, entre diversos factores, a los largos periodos de sequía en la nación uru, una de las 36 etnias de Bolivia.
Aunque en el pasado se contaban por miles, hoy restan cerca de 800 familias o 3.000 personas entre los uru murato y uru chipaya, según datos recogidos por el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés).
¿Cuál es el origen de los urus?
Algunos estudios los conectan con los arahuacos, quienes migraron desde el noroeste del Caribe hasta la Amazonía para luego subir hasta los Andes. Otros estudios plantean que los urus llegaron del suroeste del Pacífico para luego ascender al desierto de Atacama.
Los urus tienen otra explicación sobre su origen. Aseguran que son descendientes directos de los milenarios “chullpas” a quienes, según un mito ancestral, el nacimiento del sol los convirtió en “seres del alba”. El gentilicio indígena “uru” se encuentra estrechamente asociado con el toponímico “Uru-Uro” que se traduce al español como “Lugar de donde brota la luz”. De hecho, el nombre “Oruro”, uno de los nueve departamentos de Bolivia, es una derivación de “Uru-Uro”.
La palabra uru, traducida al español, significa “Los de la Aurora” u “Hombres del Agua”, ya que la característica más importante de los urus es que viven cerca de ríos o lagos.
Medios de vida
Los uru murato y uru chipaya se dedicaban a la pesca, la caza y la recolección de huevos como principales medios de subsistencia, pero las sequías prolongadas alteraron el medioambiente.
El lago Poopó (el segundo más grande del país) casi desapareció y también la pesca. Los pobladores han buscado alternativas como el cultivo de papa y quinua, la crianza de algunos animales, la elaboración de artesanías en paja ch’illawa y de totora, el tejido de lana de oveja y llama, o la migración temporal o definitiva en busca de trabajo. Sin embargo, ninguno de estos medios de vida ha dado una solución favorable a los urus. La tierra árida y salada solo produce una limitada variedad de cultivos, y la pandemia agravó su situación.
WFP apoya a los urus para superar los efectos de la pandemia y las sequías
En el 2020, durante la emergencia por la COVID-19, WFP distribuyó canastas de alimentos entre los urus. En 2021, WFP proporcionó transferencias de efectivo a los urus afectados por las sequías para mejorar su situación alimentaria hasta la llegada de la temporada de lluvias.
Desde junio de 2022, WFP comenzó un nuevo proyecto para responder a la difícil situación social y económica de los uru murato y uru chipaya debido a la sequía del lago Poopó y a las constantes inundaciones ocasionadas por el desborde del río Lauca.
WFP trabaja con las comunidades para mejorar su resiliencia y seguridad alimentaria a través de, por ejemplo, transferencias en efectivo a las familias para la creación y/o recuperación de activos productivos, además de apoyo técnico e insumos para hacerlo.
Datos interesantes:
- Los urus actualmente están conformados por:
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Uru chipaya, que viven cerca del río Lauca, Bolivia
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Uru murato, cerca del lago Poopó, Bolivia
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Uru irohito, cerca del Desaguadero, Bolivia
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Uru chulluni, cerca del lago Titicaca en Puno, Perú
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- Idioma uru
- El idioma Uru antiguamente se dividía en distintos lenguajes dentro de cada tipo de uru (murato, chipaya, irohito y chulluni). Hoy día solo queda el uru chipaya, que los uru murato están aprendiendo.