Noticias | 30 Agosto 2016
Recursos más exiguos, diferentes prioridades de los donantes y cambios en los mecanismos de financiación de algunos países se han confabulado para crear un déficit de financiación y comprometer los programas. A no ser que lleguen fondos el próximo mes, más de medio millón de niños en Camerún, Mali, Mauritania y Níger podrían empezar el año escolar sin las comidas de las que dependen.