Seguridad alimentaria: qué significa y por qué importa
¿Qué es la seguridad alimentaria?
Existe seguridad alimentaria cuando las personas tienen acceso a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para su crecimiento, desarrollo y una vida activa y saludable. Una definición oficial fue establecida en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996 en Roma y revisada en 2001. En contraste, la inseguridad alimentaria ocurre cuando esas condiciones no están presentes.
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Inseguridad alimentaria crónica: cuando una persona no puede consumir suficiente alimento de forma prolongada.
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Inseguridad alimentaria aguda: cuando la vida o los medios de subsistencia de las personas están en peligro inmediato.
¿Cuántas personas sufren inseguridad alimentaria?
Según el informe SOFI (Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo), hasta 757 millones de personas enfrentaron hambre crónica en 2023.
El Panorama Global 2025 de WFP estima que 343 millones de personas sufrían inseguridad alimentaria aguda en noviembre de 2024, en los 74 países donde WFP tiene presencia operativa.
¿Por qué es tan importante la seguridad alimentaria?
La seguridad alimentaria es un imperativo moral, porque todas las personas deben tener acceso igualitario y sin restricciones a los alimentos. También es una inversión en estabilidad. Donde hay inseguridad alimentaria, hay desplazamiento, conflictos e inestabilidad que pueden extenderse más allá de fronteras y regiones.
¿Qué provoca la inseguridad alimentaria?
Los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y los choques económicos son factores clave que impulsan la inseguridad alimentaria, a menudo de forma simultánea e interconectada. Las personas desplazadas de sus hogares y fuentes de ingresos se encuentran entre los grupos más vulnerables.
Existen cuatro factores fundamentales que afectan la seguridad alimentaria de una persona: uso, acceso, disponibilidad y estabilidad.
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Uso se refiere a la capacidad de las personas para preparar sus alimentos en condiciones higiénicas —lo que requiere combustible y acceso a agua limpia— y a absorber los nutrientes que estos contienen. Las personas que viven en zonas remotas o que han sido desplazadas de sus tierras por conflictos o desastres climáticos pueden no tener condiciones adecuadas para preparar los alimentos. El uso también incluye el empleo adecuado de semillas para cultivos y alimento para el ganado, así como la reducción de pérdidas poscosecha y el aumento de excedentes para exportación.
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El acceso a los alimentos puede verse afectado por la pérdida de cultivos debido al clima extremo, por precios elevados en los mercados como resultado de la inflación, o porque las personas no pueden llegar a esos mercados debido a conflictos o desastres. El acceso también puede estar limitado por razones de género, etnia u otras formas de discriminación.
“Durante los conflictos, materiales como semillas y fertilizantes son menos accesibles y más costosos”
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La disponibilidad de alimentos puede verse afectada por factores que van desde los altos costos de importación hasta la mala infraestructura de transporte. En contextos de conflicto, los insumos agrícolas como semillas y fertilizantes son menos accesibles y más caros, lo que significa que los agricultores no pueden sembrar, incluso si no han sido desplazados de sus tierras. En muchas zonas rurales, esto afecta directamente a grandes sectores de la población, ya que los cultivos de autoconsumo son su principal fuente de alimento. Además, los conflictos pueden interrumpir el transporte de alimentos hacia los mercados.
Los programas de asistencia a gran escala —ya sea de parte de los gobiernos, del WFP o de ONG— pueden mejorar la disponibilidad y el acceso a través de distribuciones de alimentos o cupones que permiten a las personas comprar productos en comercios registrados. -
La estabilidad es un factor transversal que se refiere a qué tan estables son los otros tres elementos: uso, acceso y disponibilidad. En Gaza, por ejemplo, donde el acceso y la disponibilidad de alimentos se interrumpieron repentinamente, la inestabilidad resultante provocó un aumento drástico de la inseguridad alimentaria.
¿Cómo influyen las estaciones del año?
El calendario agrícola es muy importante para la seguridad alimentaria. La época previa a la cosecha suele ser la de las vacas flacas, cuando la gente suele tener pocas reservas de alimentos en casa, hay menos comida disponible en los mercados y los precios son altos. Por el contrario, justo después de la cosecha, hay más abundancia y los alimentos son mucho más baratos. Una mala temporada de lluvias puede tener un efecto devastador en las cosechas y, por tanto, en la seguridad alimentaria de la población. Los factores estacionales también pueden influir en otros gastos, como las matrículas escolares, un factor muy importante para muchas familias que puede reducir el dinero disponible para alimentos. Las zonas urbanas pueden tener otros factores estacionales a tener en cuenta que afectan a la seguridad alimentaria: épocas en las que hay más trabajo y, por tanto, más ingresos disponibles, o más emigración que puede aumentar la demanda de alimentos, o fiestas importantes que implican grandes gastos y reducen el gasto en otros lugares.
¿Existe una medida de la inseguridad alimentaria acordada a nivel mundial?
Sí. La norma mundial para medir la inseguridad alimentaria aguda es la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria por Fases, o CIF para abreviar. Describe cinco niveles, desde «inseguridad alimentaria nula o mínima» (fase 1 de la CIF) hasta “catástrofe” o «hambruna» (fase 5 de la CIF). En la CIF participan más de 20 socios, entre gobiernos, organismos de la ONU y ONG, que comparten datos y utilizan los resultados para ayudar a diseñar programas que aborden adecuadamente las necesidades de las personas. WFP recopila información utilizando indicadores establecidos, por ejemplo el Índice de Consumo Alimentario que la agencia ha utilizado durante más de dos décadas. Esta información sirve de apoyo a las operaciones de WFP y es también una fuente principal para la CIF. Cuando no se dispone de datos de la CIF, se utilizan otras medidas equivalentes, por ejemplo lo que se conoce como Armonización de Cuadros en África Occidental, o el método CARI de WFP.

¿Cómo WFP recopila datos sobre seguridad alimentaria?
Los datos sobre seguridad alimentaria aguda se recopilan de varias maneras. WFP es el mayor proveedor de datos sobre seguridad alimentaria a nivel mundial, y proporciona un flujo continuo de información para nuestras operaciones, que también alimenta la CIF. Estos datos se recopilan a través de diversos medios, como cuestionarios personales y encuestas móviles, imágenes por satélite y modelos geoespaciales. La recopilación de datos es particularmente difícil en las zonas de acceso limitado debido a los conflictos. En estos casos, WFP utiliza métodos como la recopilación de datos a distancia mediante entrevistas telefónicas.
¿Dónde se publican las cifras de seguridad alimentaria?
Las cifras anuales sobre inseguridad alimentaria crónica figuran en el informe SOFI, publicado cada mes de julio por cinco organismos de las Naciones Unidas, entre ellos WFP. Las cifras mundiales sobre inseguridad alimentaria aguda se publican en el Informe mundial sobre crisis alimentarias, una iniciativa de múltiples asociados centrada en los países con crisis alimentarias, y en el informe Perspectivas mundiales de WFP, que se centra en los países en los que WFP lleva a cabo operaciones. Las cifras más recientes de WFP se muestran en plataformas como DataViz y el HungerMap LIVE (Mapa del hambre en vivo) basado en IA. Las cifras pueden variar debido, entre otras cosas, a la cobertura geográfica de cada informe y al período de tiempo abarcado.
¿Cómo WFP mejora la seguridad alimentaria?
WFP mejora la seguridad alimentaria de diversas maneras, trabajando en asociación con gobiernos, organismos afines de las Naciones Unidas, ONG locales y otras entidades. WFP aumenta el acceso a los alimentos y su disponibilidad proporcionando ayuda inmediata a la población en situaciones de emergencia. La agencia también lleva a cabo muchos «programas de temporada baja»: proporciona más alimentos cuando la disponibilidad es especialmente baja y mejora el acceso de los grupos vulnerables proporcionándoles dinero en efectivo para comprar alimentos. Los pequeños agricultores producen la mayor parte de los alimentos del mundo, por lo que WFP les proporciona formación para aumentar su producción, reducir las pérdidas y mejorar su poder de negociación y los precios en los mercados.
En Ecuador, mejoramos el acceso y la disponibilidad proporcionando dinero en efectivo antes de las fuertes inundaciones, para que la gente pudiera abastecerse de alimentos mientras aún podía llegar a los mercados. Los pagos de los seguros climáticos permiten a los agricultores proporcionar forraje adicional a su ganado y comprar semillas y fertilizantes, todo lo cual es vital para la producción y disponibilidad de alimentos frente a condiciones meteorológicas extremas.
En un estudio publicado por WFP y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se ha demostrado el efecto multiplicador de las compras locales en Guatemala y Honduras, fortaleciendo los sistemas alimentarios restaurando los puentes que conectan las zonas rurales con las ciudades comerciales. Las comidas escolares de WFP mejoran el acceso de niños y niñas a los alimentos en más de 60 países.
WFP proporciona cocinas de bajo consumo energético y combustible para que la gente pueda preparar y utilizar sus alimentos adecuadamente. También formamos a las comunidades para que obtengan la mejor nutrición de sus comidas y sobre prácticas de alimentación infantil, y todas estas medidas mejoran el uso que la gente hace de los alimentos. WFP mejora la seguridad alimentaria de muchas otras maneras, desde el fortalecimiento de la capacidad de resistencia de la población a las condiciones meteorológicas extremas hasta la capacitación del personal gubernamental en materia de seguimiento de los alimentos, mientras el PMA y sus asociados se esfuerzan por lograr un mundo en el que nadie tenga que acostarse con hambre.