Skip to main content

La comida es parte fundamental de la vida y es nuestro motor

Desde el centro logístico de Cartagena en Colombia, Carlos conoce lo difícil y extenuante que es brindar asistencia alimentaria.
, Tayra Pinzón

Carlos Peña es asociado de logística y lleva en la organización casi 8 años.  Desde julio 2013 inició en WFP trabajando en Bogotá como asistente de información manejando la base de datos COMPAS y dando seguimiento a inventario, entradas y despachos.  Su formación es ingeniero de sistemas y le tocó aprender de logística a lo largo del tiempo y sus múltiples asignaciones.  Primero estuvo en la oficina de WFP en Bogotá, luego Barranquilla, Valledupar, Riohacha y finalmente en Cartagena, donde labora en la actualidad.

Carlos Peña en Cartagena, Colombia
Carlos, desde el centro logístico en Cartagena, durante la preparación de las raciones de alimentos del programa de alimentación escolar para Venezuela. Foto: WFP/Lorena Peña

“En el día a día, uno ve alimentos entrar y salir, pero el trasfondo es que hay personas que los necesitan, que es un recurso que les hace falta, sobretodo en estos tiempos de gran migración, cambio climático y ahora, la pandemia”. Nos cuenta Carlos añadiendo que las personas son muy agradecidas de nuestra ayuda. 

Cuando Carlos ha ido en misión entiende y valora el aporte de su trabajo y lo difícil y pesado que es brindar asistencia alimentaria. Una vez participó en una misión en la Alta Guajira, en extremo noreste de Colombia. 

Estuvo una semana y para llegar allá eran aproximadamente 7 horas de camino en camioneta y las comunidades estaban muy dispersas.  La implementación era directa, por lo que le tocó vivir la coordinación de transporte, acompañamiento de cargueros, descarga y entrega a beneficiarios y estuvo participando en toda la cadena de distribución.

Carlos y colegas logistas
Carlos y tres colegas logistas de la región (Elmar Reyes de Guatemala, NafiMert Kazmirci de RBP y Carlos Soriano de El Salvador) durante el inicio de un proyecto en 2019.  Foto: WFP/Archivo

“Fue difícil y pesado viajar a distintas comunidades y distribuir alimentos a 5,000 beneficiarios, pero queda la satisfacción del deber cumplido. La comida es parte fundamental de la vida, y es nuestro motor". Nos cuenta lleno de emoción pues pocas veces le ha tocado salir al campo en este tipo de misiones.



Paciencia, perseverancia y compromiso

Carlos nos afirma que para ser humanitario en WFP hay ser pacientes y persevantes.  Él fue parte de la operación de preparación y despacho de las raciones para llevar a casa del programa de alimentación escolar que acaba de iniciar en Venezuela.  Los alimentos salieron del centro logístico de Cartagena hacia Maracaibo el pasado mes de julio.

Carlos kitting Cartagena
Carlos y colegas del centro logístico de WFP en Cartagena durante la preparación de las raciones del programa de alimentación escolar que inició en Venezuela el pasado mes de julio. Fotos: WFP/Lorena Peña

“Tuvimos muchos retrasos con las agencias de aduana en Colombia y hay que saber manejar las dificultades en cada operación porque es mucha presión”. Nos relata Carlos, agregando que el día que los camiones cruzaron la frontera sintió una tranquilidad y una alegría enorme al ser consciente del tiempo que había pasado desde las primeras negociaciones en 2019.

 

Sobre el Premio Nobel de la Paz

Carlos no supo de la noticia hasta llegar a la oficina el día del anuncio y sintió mucha satisfacción al comprender la inmensidad y la capacidad de despliegue de esta organización.  “Este premio es un reconocimiento a todos los trabajadores humanitarios que en cualquier parte del mundo están cambiando vidas. Cuando el alimento se entrega, hay sensación de orgullo. Me siento muy orgulloso”, nos agregó emocionado.

Es momento de
tomar acción

WFP depende enteramente de aportes voluntarios, así que cada aporte cuenta.
Dona ya