En momentos de crisis, la lactancia es un complemento para salvar vidas
Adeline y su hija Andercia (9 meses) llegan puntualmente al centro de salud para participar en una evaluación y sensibilización nutricional en Coteaux, en el sur de Haití. Hay que esperar por lo que busca una silla y decide amamantar a su bebé para aprovechar el tiempo.
Adeline (32) sufrió el terremoto de agosto de 2021 el cual afectó su seguridad alimentaria y la de su familia (Andercia es la menor de cuatro hijos). Adeline participa en un proyecto de resiliencia del WFP cerca de Les Cayes, en el sur de Haití, que recibe una transferencia de efectivo para poder comprar los alimentos que necesitan en los comercios locales.
Como parte de la asistencia alimentaria, Adeline participa en actividades de nutrición para complementar el proyecto. Una de estas son las evaluaciones nutricionales que proporcionan el análisis necesario tanto de los problemas nutricionales de las comunidades como también de las actividades de intervención que ya han sido probadas para facilitar una programación eficaz.
La lactancia sigue siendo importante para la nutrición de Andercia; sin embargo, su madre debe brindarle alimentación complementaria ya que la niña alcanzó los nueve meses de edad. Debido a su vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, el dinero en efectivo que recibe Adeline le permite cubrir sus necesidades básicas y complementar la alimentación de su hija.
Aunque Adeline logra proveer a su familia, su situación y la de otras familias sigue siendo inestable debido a la situación en el país.
Con el dinero que recibió de la asistencia alimentaria, Adeline comenzó a comprar bananas en el sur del país y a viajar a Puerto Príncipe, la capital, para venderlas. Solo pudo hacer estas ventas por dos meses ya que las pandillas comenzaron a bloquear las carreteras y a controlar el ingreso a la capital.
“La situación se ha vuelto más difícil para las madres y los padres. Sin ayuda, no sabríamos qué hacer”, dijo Adeline.