Historia | 24 Febrero 2022
Llegar a la finca familiar de Noemí Amaya es conocer lo que puede ser la vida en el desierto peruano: árida y retadora, pero también esperanzadora. Y es que donde no hay acceso al agua potable, muchas familias están logrando un milagro agropecuario al pintar de verde el desierto de Sechura, gracias al agua subterránea y a la adopción de tecnología de riego para optimizar su uso.