Los directores de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) advirtieron hoy sobre la falta de fondos que, junto con problemas de seguridad y de logística en algunos países, han obligado a recortar las raciones alimentarias de casi 800,000 refugiados en África, amenazando con empeorar niveles, ya de por sí inaceptables, de desnutrición aguda, retraso en el crecimiento y anemia, especialmente entre los niños.