Historia | 28 Abril 2023
Cuando hombres armados irrumpieron en su aldea sudanesa, Aicha Madar, de 50 años, huyó con su hija Fátima y se unió a otros miles que cruzaron la frontera hacia el este de Chad.
“Los grupos armados lo quemaron todo”, dice Aicha, sentada junto a un grupo de refugiados y arrullando a su hija de un año en su regazo.
“Aquí no tenemos nada ya que lo perdimos todo allá”, dice.