La demanda de bienes y servicios de los sistemas alimentarios por parte del Programa Mundial de Alimentos (WFP) puede funcionar como motor directo e indirecto para alcanzar el objetivo de hambre cero. Las compras locales contribuyen al crecimiento agrícola inclusivo y a la transformación social y económica sostenible. Desde 2019, WFP ha desarrollado una estrategia para fortalecer, en América Latina, las compras locales y regionales de alimentos y las compras en términos favorables para los pequeños agricultores. A fin de ampliar esta estrategia, WFP y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se han aliado para generar datos empíricos sobre el efecto multiplicador de las compras locales, y han demostrado que estas constituyen una inversión y no un gasto.