Conoce al Programa Mundial de Alimentos, Premio Nobel de la Paz 2020
WFP es uno de los primeros en llegar a la escena en caso de emergencia, proporcionando alimentos y otra asistencia a las víctimas de conflictos, sequías, inundaciones, terremotos, huracanes y malas cosechas, así como pandemias como el actual brote mundial de COVID-19. Al mismo tiempo, mantenemos un fuerte enfoque en el desarrollo sostenible, brindando a los gobiernos el apoyo y las habilidades para gestionar la seguridad alimentaria a largo plazo.
Hechos sobre el hambre
Las tres peores crisis alimentarias en este momento se producen en países afectados por conflictos: Afganistán, la República Democrática del Congo y Yemen.
Mientras el mundo se encuentra al borde de una pandemia de hambre, con el impacto del coronavirus que amenaza con duplicar el número de personas que padecen hambre, quienes viven en áreas afectadas por conflictos son los que más sufren.
¿Qué tiene que ver el hambre con la paz?
Este año, WFP recibió el Premio Nobel de la Paz "por sus esfuerzos para combatir el hambre, por su contribución a mejorar las condiciones de paz en las zonas afectadas por conflictos y por actuar como motor de los esfuerzos para prevenir el uso del hambre como arma de guerra".
El WFP ha estado trabajando en la primera línea de las emergencias durante más de 50 años, brindando esperanza a millones de personas atrapadas en conflictos. Muchas de las personas a las que ayudamos están huyendo de la violencia, dejando atrás toda su vida. Lea más sobre nuestro trabajo.
Cuando los enfrentamientos hacen que un gran número de personas abandonen sus hogares, sus tierras y sus trabajos, es más probable que pasen hambre. Pero lo contrario también es cierto. La escasez de alimentos puede avivar las llamas de las tensiones sociales y alimentar las injusticias, que en última instancia pueden desencadenar o exacerbar conflictos.
Peor aún, a pesar de su prohibición por el derecho internacional humanitario, el uso del hambre como arma de guerra todavía está muy extendido.
La seguridad alimentaria, la paz y la estabilidad van de la mano. Sin paz, no podemos acabar con el hambre en el mundo; y mientras haya hambre, nunca tendremos un mundo pacífico.
WFP utiliza los alimentos para construir la paz
La gente a la que servimos
WFP reconoce que una de las mayores contribuciones que podemos hacer a la humanidad es dar voz a los 690 millones de personas que padecen hambre en el mundo. El Premio Nobel de la Paz nos brinda una plataforma para hacer oír sus necesidades y movilizar apoyo para ellos.
"No nos quedaba nada," dijo Vixama Dianise, haitiana de 24 años, al recibir alimentos para un mes. "Algunos días, me despierto y no sé qué le daré a comer a mis hijos. Estoy orgullosa de poder compartir esta comida que haré para mi familia".
En 2016, y tras cinco décadas de conflicto armado, el gobierno colombiano y los insurgentes firmaron un acuerdo de paz. Tras haber dejado las armas, Martínez se ha convertido en un gerente de cooperativas agrícolas, y hoy lidera a un grupo de más de 40 exguerrilleros convertidos en agricultores.