La asistencia en efectivo del Programa Mundial de Alimentos y la Unión Europea ayuda a mantener a los refugiados sirios en Turquía fuera de la pobreza
Las familias que reciben asistencia han podido cubrir mejor sus necesidades básicas, tienen menos probabilidades de enviar a sus hijos e hijas a trabajar para contribuir a la economía familiar y pueden seguir una dieta aceptable, según los datos recabados en grupos de muestra de refugiados entrevistados por WFP como parte del seguimiento del programa,
WFP y la UE unieron sus fuerzas a finales de 2016 con el Gobierno de Turquía y la Media Luna Roja Turca para lanzar la Red de Seguridad Social de Emergencia (ESSN, por sus siglas en inglés), un programa que proporciona asistencia mensual en forma de efectivo a las personas refugiadas más vulnerables.
“Sabemos lo importante que es esta asistencia para las familias”, dijo el Director Ejecutivo de WFP, David Beasley. “Los padres han podido darles a sus hijos un techo bajo el que vivir y alimentos nutritivos para comer. La asistencia brinda a las familias cierta estabilidad financiera para que puedan comenzar a reconstruir sus vidas después del trauma de la guerra. El apoyo prestado es una demostración del poder de las alianzas y del trabajo conjunto”.
Turquía ha acogido más refugiados sirios que cualquier otro país. De los aproximadamente 4 millones de refugiados que residen en Turquía, cerca de 3,6 millones proceden de Siria. Dado que las oportunidades laborales son escasas, muchas familias han tenido que luchar para llegar a fin de mes.
ESSN es el mayor programa humanitario financiado hasta la fecha por la UE, con un presupuesto de 1.300 millones de euros hasta el momento. También es uno de los mayores programas de asistencia humanitaria en efectivo implementado por Naciones Unidas.
El Comisario de la UE para la Gestión de Crisis, Janez Lenarčič, dijo: “La Unión Europea, junto con sus socios humanitarios, continúa marcando una diferencia real en la vida de los refugiados en Turquía. Tienen la oportunidad de recuperar la normalidad después de huir de las atrocidades y de satisfacer sus necesidades básicas, como el alquiler o la comida. Quiero agradecer a WFP y a otros socios haber desarrollado este programa tan innovador”.
Gracias al programa ESSN, cada miembro de una familia elegible para la asistencia recibe el equivalente a 19€ por mes, además de recargas adicionales trimestrales en función del tamaño de la familia. La asignación se efectúa mensualmente en una tarjeta monedero y las familias pueden retirar efectivo de un cajero automático o usar la tarjeta para pagar directamente en los establecimientos.
Los refugiados pueden utilizar el dinero para lo que necesiten. Los estudios muestran que los 1,7 millones de refugiados beneficiarios del programa lo invierten en pagar el alquiler, los servicios públicos, alimentos y otros suministros domésticos.
Según las encuestas a familias beneficiarias, sus vidas mejoraron o se estabilizaron después de comenzar a recibir las transferencias de efectivo mensualmente.
El porcentaje de personas que dijeron que podían cubrir todas sus necesidades básicas aumentó de 1 de cada 4 a 1 de cada 2 entre mayo de 2017 y septiembre de 2019. Durante el mismo periodo, la proporción de familias en las que los niños y niñas tenían que trabajar para ayudar a la economía familiar se redujo a casi la mitad. Igualmente, hubo una reducción correspondiente en la tendencia de las familias a sacar a sus hijos e hijas de la escuela. Al mismo tiempo, disminuyó un tercio el porcentaje de familias que se habían visto obligadas a reducir el gasto en salud.
Los datos relativos a los hábitos alimenticios muestran que, a pesar de las dificultades económicas y el aumento de los precios en Turquía a finales de 2018 y principios de 2019, casi la totalidad de las familias beneficiarias del programa ESSN (el 97 por ciento) han logrado mantener una dieta nutritiva y diversa.
“La tarjeta ESSN nos ha ayudado en muchas cosas. Por ejemplo, durante el invierno, hemos podido calentar la casa y comprar ropa para los niños y para nosotros”, afirmó Amira, una mujer siria que vive en Turquía con su esposo y sus tres hijos. “También nos ayudó a comprar ropa durante el verano, a comprar verduras, comida y leche para los niños. Esta tarjeta nos ha ayudado mucho. Nuestra vida será mejor mientras la podamos utilizar”.
Desde su lanzamiento, el programa ESSN ha sido implementado por WFP en colaboración con la Media Luna Roja Turca y con el apoyo del Gobierno de Turquía. A partir del mes de abril, WFP traspasa su responsabilidad a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
El programa alcanzó rápidamente una amplia cobertura, pasando de cero a un millón de beneficiarios durante el primer año gracias al buen uso de las instituciones turcas y plataformas de ayuda ya existentes en lugar de establecer una nueva infraestructura.