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“No cambiaría el servicio humanitario por nada del mundo”

A sus 28 años de edad y en 4 años de carrera humanitaria, José Paulín ha sido parte de grandes operaciones del WFP en 4 continentes.
, Tayra Pinzón

José Paulín considera que es trabajador humanitario por casualidad. “Acababa de salir de la universidad y después de varias aplicaciones, me ofrecieron una pasantía en WFP”, contó José, quien es mexicano y estudió Relaciones Internacionales en México y Tailandia.

Comenzó su pasantía con el WFP en el Clúster de Logística en el 2017 con tareas que incluyeron el manejo de información y apoyo a las operaciones en el terreno, reportes y evaluaciones logísticas, reuniones de coordinación y evaluaciones de capacidades de logística, entre otras tareas.  

Jose Paulin en Venezuela
José Paulín durante una entrega de alimentación escolar en el área de Coro, Falcón en Venezuela. Foto: WFP/Alexis Masciarelli

“Después de solo un par de semanas en el trabajo, me di cuenta de que no cambiaría de carrera por nada del mundo”, dijo orgulloso José sobre esa experiencia de ocho meses en Roma.

Posteriormente José fue contratado como consultor del WFP en Roma, sin embargo, le advirtieron que este trabajo le obligaría a ir de misión a los países en donde el WFP tiene operaciones. De hecho, realizó misiones en su nueva función a Etiopía, Bangladesh y Camerún. 

Cuenta José que justo un día antes de realizar su segunda misión a Camerún, el entonces jefe de logística, le preguntó si hablaba español. Su respuesta dio un giro a su carrera. Dos días después, en lugar de Camerún, José se dirigía hacia Panamá para unirse a la sede regional para América Latina y el Caribe. Desde entonces se encuentra en tierras latinoamericanas. 

 

Trabajo intenso, gratificante y siempre cambiante

En su opinión, la población en general tiene conceptos erróneos sobre lo significa realmente la acción humanitaria. “No es caridad y no es llevar comida a alguien que lo necesita y nunca volver a verlo. La acción humanitaria es mucho más”, sentenció José. 

Explica que la acción o trabajo humanitario se trata de diseñar e implementar programas que sean sostenibles, duraderos y que tengan un impacto real en la vida de las personas y que puedan ayudarlos a recuperarse después de una crisis o un shock.

Comprendió la realidad e impacto del trabajo humanitario en Cox’s Bazar, Bangladesh, el campo de refugiados más grande del mundo. “Fue una experiencia inolvidable. En Cox’s Bazar hay 1 millón de personas y el trabajo es constante en el campo”, explicó. En esa misión, José trabajaba con las bodegas que el WFP ponía a disposición de sus socios y fue su primera experienciacon una operación humanitaria de esa magnitud.

 

Jose Paulin en Bangladesh
José realizando una evaluación vial en el campo de refugiados Cox’s Bazar en Bangladesh. Foto: WFP/Archivo

En Etiopía, el comienzo de las operaciones fue complicado porque estuvo trabajando en un área donde aún no había oficinas de WFP. En Camerún enfrentó muchos retos de seguridad. Había que explorar el terreno visitando comunidades e ir abriendo el acceso vertificando si era seguro para poder apoyar a los socios de la mejor manera

Jose Paulin en Camerún
Antes de salir en un convoy durante su misión en Camerún. Foto: WFP/Archivo

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La operación en Venezuela, su mayor orgullo

Para José, el mejor momento de su carrera lo vivió el 6 de julio de 2021 cuando el WFP lanzó su programa de comidas escolares en Venezuela con el fin de brindar asistencia alimentaria a niños menores de 6 años, maestros y personal en centros de educación pre escolar. 

Jose Paulin en Venezuela
José trabajando en la entrega de raciones para llevar a casa como parte del programa de comidas escolares recientemente lanzado en Venezuela. Foto: WFP/Alexis Masciarelli

Como miembro del equipo que estuvo planificando la operación del WFP en Venezuela, este inicio significó mucho, en especial por el vínculo que ha desarrollado con el país.

“Venezuela es un país del que me enamoré desde la primera vez que vine”, sentenció orgulloso José. “Saber que soy parte de un programa que crecerá para apoyar a más de un millón de niños con comidas escolares todos los días es nada menos de extraordinario”.

 

Sobre el Premio Nobel de la Paz

Recibir el Premio Nobel de la Paz, opina José, esta una gran distinción que conlleva una gran responsabilidad. “Ahora debemos trabajar todos los días para estar a la altura del premio”, agregó.

Ser un trabajador humanitario, explica José, significa ser flexible. Eso implica estar dispuesto a ir a cualquier país en donde tiene operaciones el WFP y hacer de todo lo que haga falta. En Venezuela, en donde se encuentra actualmente, ha trabajado en área de relaciones con donantes, manejo de información, comunicaciones y programas. 

“Tienes que estar dispuesto a hacer de todo y no estancarte en un rol”, sentenció.

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