La Doble Carga de la Malnutrición: Un reto persistente para América Latina y el Caribe en 2024
¿Conoces términos como hambre, desnutrición, baja talla, bajo peso, anemia y emaciación?
Estas palabras se asocian generalmente con la malnutrición, referenciando una ingesta alimentaria insuficiente. Sin embargo, existe una forma más compleja de malnutrición que muchas veces pasa desapercibida: la doble carga de la malnutrición, que representa la coexistencia de la desnutrición y la sobrenutrición (sobrepeso y obesidad) en un mismo país, comunidad o incluso en una misma persona.
En 2024, este fenómeno sigue siendo uno de los mayores desafíos de salud pública en América Latina y el Caribe, afectando tanto a las poblaciones más vulnerables como a aquellas que, en apariencia, no se relacionarían con la malnutrición. La doble carga no distingue entre clases sociales, ya que puede ocurrir en diferentes niveles económicos y afectar tanto a individuos como a familias, ciudades y naciones enteras.
Consecuencias en Salud, Educación y Economía
El impacto de la doble carga en la salud es alarmante. Mientras que la desnutrición afecta el desarrollo físico y cognitivo, reduciendo el rendimiento académico y la productividad, el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Este fenómeno no solo perjudica la calidad de vida de las personas, sino que también acarrea graves costos económicos y sociales.
En 2020, el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) lanzaron una serie de estudios para medir el costo económico de la doble carga de la malnutrición en seis países de la región: Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México y la República Dominicana. Estos estudios revelaron que la malnutrición no solo compromete la salud de millones de personas, sino que frena el desarrollo de los países, generando enormes pérdidas en productividad y mayores costos en los sistemas de salud.
Nuevas Recomendaciones para 2024
Desde entonces, y frente a un escenario global transformado por la pandemia de COVID-19 y las crisis alimentarias, las investigaciones y esfuerzos conjuntos del WFP y la CEPAL han avanzado significativamente. En 2024, el reto de la doble carga se ha vuelto aún más crítico debido al aumento del precio de los alimentos, el cambio climático y la inflación. Por ello, se hace cada vez más urgente la implementación de políticas públicas efectivas que aborden ambos extremos de la malnutrición: la desnutrición y el sobrepeso.
El WFP sigue colaborando con gobiernos y organizaciones internacionales para promover sistemas alimentarios sostenibles, mejorar la nutrición y reforzar las redes de protección social. En muchos países, estos esfuerzos incluyen la ampliación de programas de alimentación escolar que ofrecen comidas equilibradas y nutritivas a los niños, ayudando a reducir tanto la desnutrición como la obesidad infantil. Además, el WFP impulsa la educación nutricional para concienciar sobre la importancia de una dieta saludable y equilibrada, adaptada a las realidades económicas y culturales de cada país.